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13 de octubre de 2016

Pregúntale a una golondrina


Si quieres saber más detalles sobre el camino que lleva a Egipto, deberías preguntárselo a una golondrina.
Breve historia del mundo (Ernst H. Gombrich)

Eso fue lo que leímos al comienzo del capítulo sobre Egipto.

¿Y por qué preguntarle a una golondrina?
Buena pregunta para empezar a investigar.
A partir de la lectura sobre el antiguo Egipto nos metimos en un aprendizaje que parecía que poco tenía que ver con la historia. ¿O sí?
Es genial cuando unas cosas empiezan a conectar con otras, cuando comienzas en un punto y van surgiendo intereses que te llevan por otros caminos.
Cuando ocurre eso, mejor no pararlo.

Miramos juntos este vídeo y de paso aprendimos que la golondrina común fue elegida ave del año en 2014.
Escuchamos su canto en esta página (buscad en la columna izquierda, donde aparece el dibujo de una nota musical), descubrimos más datos sobre ella aquí y leímos el cuento ¡Qué hermosas golondrinas! (dentro de la colección de Tom y Lila, que se pueden descargar gratis) que nos sirvió para conocer los peligros de supervivencia a los que se enfrentan.

Ya sabemos mucho más sobre ellas. Y además, hablando, surgieron preguntas muy interesantes: ¿qué pasa si se cansan en un viaje tan largo? ¿cómo saben qué camino tienen que seguir?...

Esta es la forma en que me gustaría enfocar la historia este año.
Seguiremos con el libro de Gombrich, usándolo como lectura en voz alta, y profundizando en todo aquello que nos llame la atención. Muchas veces, como esta de las golondrinas, no serán actividades escritas. No siempre hay que escribir.



12 de octubre de 2016

Más para aprender inglés


Paseando por el blog Aprendemos junto al mar he encontrado dos nuevos recursos para completar el aprendizaje del inglés.

En Kiz Club Printables for Kids tenemos muchos imprimibles con temas muy variados. Podemos buscar algo relacionado con contenidos que estemos trabajando en ese momento en otras materias, por ejemplo. O cualquier cosa que nos guste.
El otro día lo usamos junto con el traductor de google, pero no para traducir, sino para escuchar la pronunciación. Así practicamos y nos aseguramos de que estamos pronunciando bien.

Storynory es una página para escuchar historias, así acostumbramos el oído.
Junto con el cuento tenemos el texto escrito, por lo que podemos ir leyendo al mismo tiempo. O leer después y comprobar con el audio si estamos pronunciando bien.

Ya tenemos bastante variedad de actividades para el inglés en casa.
B sigue con sus clases particulares, pero cada día hacemos un poco también por nuestra cuenta y vamos alternando para que no sea siempre lo mismo.
Tenemos vídeos (sobretodo National Geographic Kids), estas dos páginas, la web de MacMillan (la editorial de sus libros de texto) y las aplicaciones de la tablet.

Más adelante podemos incorporar cosas nuevas, de momento con estas estamos servidos.



8 de octubre de 2016

Sus pasiones y sus aprendizajes


Supongo que como todos los niños, mi hijo tiene temporadas en las que algún tema capta completamente su interés.
En su caso esto ocurre de una forma muy intensa.

Casi se podría decir que se vuelve un "experto" en el tema.
Busca en internet fotos y vídeos con tutoriales sobre cosas sorprendentes relacionadas con la cuestión que sea.
Analiza sus búsquedas al detalle, fijándose en cosas que me sorprende que pueda haber visto.
Sí, el mismo niño distraído...
A veces coge su cuaderno y copia frases o dibuja cosas que le llaman la atención. Otras veces simplemente retiene en su cabeza, memoriza, saca conclusiones...

Nunca he intentado parar eso.
Me emociona ver su entusiasmo por aprender.
No sé si sus temas serán muy comunes, pero para él se vuelven de lo más importante.

Una de sus pasiones (que continúa hoy, aunque de una forma mucho más relajada) fue el billar.
Se dedicó a ver vídeos de trucos y jugadas "imposibles", a conocer diferentes formas de jugar, incluso a buscar información sobre la fabricación y venta de mesas, bolas y demás accesorios.
Todo esto lo buscaba él solo y retenía información de una manera increíble.
Fue feliz cuando consiguió que le comprásemos su mini pool (una mesa de billar pequeña que ponemos sobre la mesa de centro del salón). Entonces se puso a recrear escenas que había visto en los vídeos y la imitación era perfecta, sin tenerlo a la vista, cada cosa y cada jugada estaba reproducida al milímetro.
Comenzó a intentar trucos, a calcular ángulos y trayectorias y a mejorar mucho sus tiradas.

Otra de sus pasiones han sido los móviles, tablets, etc.
Ha visto tutoriales de todo tipo, incluso de programación o soluciones de problemas técnicos (básicamente en castellano, pero si se terciaba se los veía en inglés o en el idioma que fuera).
Llegó a conocer marcas, modelos y las diferencias entre ellos. Diferencias de prestaciones, de servicios e incluso de cosas tan insignificantes como que tal cosa aparece de un color en un modelo y del mismo color pero otro tono, en otro modelo.
Nos enseñó cosas de nuestros móviles que ni sabíamos que existían.
Cuando estaba todavía muy interesado en ese tema, cayó en la cuenta de que cambiando el idioma de su tablet podía aprender cómo se decía cada servicio, aplicación, herramienta, etc. en montones de idiomas diferentes.
Así pasó días con el polaco, el portugués... no sé si llegó a pasar por todos. De aquí viene lo del italiano que comenté en esta entrada.

Ahora está empezando a interesarse por las marcas de coches. Aunque en los días que pasamos en España vio bastante tele y, que nadie me pregunte por qué, los anuncios de las compañías de seguros le están haciendo la competencia a eso de los coches.

Normalmente no me gusta contar cosas muy privadas sobre él, pero realmente me encanta ver sus ansias de aprender cuando algo le interesa de verdad.
Y, por otro lado, me he dado cuenta de la importancia de dejar y apoyar a los niños con sus propios intereses, por raros o absurdos que le parezcan a alguien, porque los aprendizajes pueden ser muchísimos.




4 de septiembre de 2016

La mejor compra del año pasado


El verano pasado le compré un cuaderno como el de la foto, de hojas en blanco. Se lo entregué sin instrucciones, sin normas de uso y sin actividades programadas para hacer en él.
Simplemente "Tómalo y haz lo que quieras."

Ese niño al que no le gusta nada que le manden dibujar algo, que detesta los ejercicios de matemáticas o lengua que se resuelven coloreando, tuvo una explosión de creatividad cuando ese cuaderno llegó a sus manos.

Comenzó a llenarlo sin orden, abriendo páginas al azar, después aprovechando huecos vacíos en las páginas, mezclando cosas, combinando temas que le fueron interesando a lo largo del año.
Hay dibujos, esquemas, números, logos, recetas de cocina, palabras, frases... en castellano, en árabe, en inglés y hasta en italiano (esto del italiano lo contaré en otra entrada).

Es un cuaderno muy privado para él, por eso no hay fotos. Excepto su padre y yo, no quiere que nadie lo vea.
A mí me parece un tesoro, me encanta mirarlo y será un bonito recuerdo para guardar por muchos años.



21 de agosto de 2016

Cinco datos al día


Me ha hecho gracia esta foto.
Y aunque sí que existen tácticas para memorizar y recordar después con más facilidad, la verdad es que para memorizar datos lo que hay que hacer básicamente es repetirlos hasta retenerlos. 
Si además se comprenden, mucho mejor. Pero reconozcamos que hay listados de cosas que no están hechos para ser comprendidos...

Bueno, después de contar en varias entradas mis dilemas sobre la memorización de las tablas de multiplicar, finalmente vi que, al seguir un programa escolar, lo más práctico para mi niño era memorizar porque el próximo curso tendrá un examen final presencial y supongo que habrá límite de tiempo, no es plan de resolver multiplicaciones sumando un montón de veces el mismo número.

Como teníamos todo el verano por delante, pensé cómo hacerlo sin que fuese un agobio para él.
Y os lo cuento porque al final está siendo muy cómodo (ya casi lo tiene controlado) y por si alguien se anima a hacerlo así, sólo que sepáis que hace falta su tiempo.

La idea es cinco datos por día.
Comenzamos memorizando una tabla con las multipliucaciones del 1 al 5. Al principio yo recito y él repite, y después él sólo.
Se trata de recitar una sola vez, pero hacerlo varias veces al día, en momentos diferentes.
Esto nos puede llevar en total entre 10 y 15 minutos diarios. Poco más de un minuto cada vez.

Cuando esos cinco primeros datos están controlados (normalmente ese mismo día o al siguiente), pasamos a los otros cinco y hacemos lo mismo.
Cuando una tabla completa está memorizada dedicamos uno o dos días a seguir repasándola con el mismo método de recitarla en diferentes momentos del día.
Cuando dos o tres tablas están memorizadas, nos centramos en ellas varios días haciendo lo mismo, porque es fácil que haya olvidos o confusiones entre ellas.
Después seguimos con una tabla nueva.

Para quienes esperáis algún método novedoso que haga más divertida esta tarea, os diré que yo no he encontrado otra forma de memorizar las tablas más que esta: memorizar.
Incluso en métodos como el ABN, los niños memorizan las tablas.
Otra cosa es que hayáis decidido que vuestros hijos no aprendan nada memorizando... esto ya depende de cada familia.

Eso sí, la comprensión previa es fundamental, que los niños entiendan qué significa multiplicar, que hayan trabajado antes con material concreto y calculando ellos mismos las tablas que luego retendrán.
A todo lo memorizado hay que darle un sentido para que el esfuerzo que van a hacer se vea que sirve para algo. Hay juegos de mesa, aplicaciones de la tablet, juegos de ingenio... que se resuelven multiplicando y aquí ya sí que entra la diversión.
Además de situaciones de la vida diaria en las que necesitamos multiplicar.

Y ya que estoy con las matemáticas, contaros que el curso que va a comenzar seguiremos con un libro de texto como base, pero completando con muchas más actividades y materiales variados.
El curso pasado vi que en varios blogs recomendaban los cuadernillos de actividades del MEP en español, me parecen muy interesantes para completar por su contenido variado. Aunque a B le correspondería empezar con los Practice Book del Year 3, le voy a imprimir alguno de los últimos del Year 2 y que comience a hacer una hoja por día para habituarse un poco a volver a tener horarios y tareas asiganadas.






27 de julio de 2016

¿Dónde están los flamencos que duermen?


Para el próximo curso quiero darle mucho más protagonismo a la comprensión lectora, dentro de la asignatura de lengua española. Para ello no hace falta un libro de texto específico (aunque si se tiene tampoco pasa nada). En internet hay diferentes textos con los que trabajar o simplemente con las lecturas que tengamos en casa.

Quisiera dedicar un día a leer el texto elegido y a partir de él hacer preguntas y comentar temas tratados. Todo esto se puede hacer oral porque mi hijo ya practica bastante escritura en sus actividades.
Se trata de comprobar que ha entendido lo leído y también que sepa redactar un breve resumen de ello.
La redacción y el saber expresarse me parece fundamental.
Después podemos completar con alguna actividad creativa a partir de ese mismo texto.

Hace unas semanas estuvimos haciendo algo de ese tipo.
Trabajamos a partir del poema "Canción de invierno", de Juan Ramón Jiménez.
Hablamos sobre lo que se transmitía en el texto y me estuvo contando lo que piensa sobre enjaular y vender pájaros.
Para finalizar, le pedí que sustituyese las palabras "pájaros" y "cantan" (del poema original) por otras que quisiera y que copiara el poema con las nuevas palabras.
Eligió "flamencos" y "duermen". El resultado le quedó bonito.

Duermen. Duermen.
¿Dónde están los flamencos que duermen?
Ha llovido. Aún las ramas están sin hojas nuevas.
Duermen. Duermen
los flamencos...




18 de julio de 2016

Descubriendo los milímetros

Hace tiempo le compramos unas herramientas de juguete con las que se entretuvo una temporada y luego ya no las hizo mucho caso.
Hoy estaba jugando en su habitación y dentro de una caja ha encontrado una de sus herramientas.
Enseguida se ha puesto a investigar y a medir bolas en milímetros, que es la unidad que usa este juguete.
Es su primer contacto con esta unidad de medida y está probando con cosas pequeñas de diferentes tamaños.
Le estaba escuchando y le he dejado hacer las cosas a su manera, jugando, investigando, probando...
No era el momento de interrumpir para explicar qué es un milímetro. Él no ha preguntado, así es que la explicación formal vendrá en otro momento.


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13 de julio de 2016

Aprender inglés en la tablet

Realmente no creo que sirvan en exclusiva para aprender idiomas, pero las aplicaciones de la tablet son un instrumento más para practicar jugando como apoyo a otros recursos como los que mencionábamos aquí.
Ofrecen variedad a la hora de proporcionar materiales, lo que siempre viene bien para evitar la monotonía, y una vez instaladas muchas de ellas se pueden usar sin conexión a internet.

Os enseño las que tenemos instaladas de momento.
Encontré una para francés, pero tiene un nivel demasiado básico y creo que B se cansará de ella en breve.


Funland está basada en el sistema Cambridge English, es para niños que ya tienen una cierta base en inglés.
El juego transcurre en una feria con diferentes atracciones que esconden distintas actividades.


Sight Words es un juego que nos sirve para practicar con la pronunciación correcta de las palabras, tanto escuchando como hablando (lo ideal es repetir cada palabra escuchada).


Pixel and Parker es una mezcla de cuento interactivo y juego.
El gato Pixel se ha perdido y Parker lo está buscando. La aventura transcurre sobre un tablero de juego en el que se avanza haciendo girar una ruleta. Cada casilla esconde una escena en la que aparecen elementos en la pantalla con los que podemos interactuar moviéndolos, haciéndolos sonar, etc.
La historia la podemos leer y escuchar al mismo tiempo.

Podéis encontrarlas por el nombre en el sitio donde normalmente descarguéis vuestras aplicaciones.
¿Nos recomendáis otras? 





10 de julio de 2016

Lapbook del antiguo Egipto


Seguramente, con este lapbook dejaremos de momento las actividades programadas para aprender historia. Continuaremos en septiembre, Insha Allah.

De los recursos educativos de la página web del Templo de Debod he sacado el mapa de la portada, el calendario, el alfabeto jeroglífico, los números egipcios y la solapa para escribir su nombre en jeroglífico.

El Ancient Egypt Lapbook es un material ya diseñado y listo para imprimir, en inglés.
De él he imprimido sólo las partes que nos interesaban. Hemos mantenido los títulos de los elementos en inglés, pero la información interior está en español. A veces he traducido el contenido original y otras veces lo hemos redactado a partir de la lectura del libro de historia.

También he querido mencionar a dos profetas cuya historia se sitúa en el antiguo Egipto: Yusuf y Musa (en español, José y Moisés, la paz sea con ellos).
En unas solapas de elaboración propia hemos recogido un resumen de su vida.



Como curiosidad, os diré que las diferentes formas de los elementos que contiene el lapbook nos han servido para repasar un poco de geometría: nombres de las figuras, lados, ángulos y vértices.
Hemos hecho más matemáticas practicando con la numeración egipcia.
Y otras materias tocadas: geografía, el ciclo de las plantas, las aves migratorias, los mensajes encriptados, tradiciones de otras culturas, religión...
Este tipo de trabajos van genial para englobar muchas materias diferentes y siempre se puede encontrar la forma de incluir contenidos que en un momento determinado toque aprender según el programa que se siga.





26 de junio de 2016

Cuentos por teléfono, de Gianni Rodari


Juanito Pierdedía era un gran viajero. 
Viaja que te viaja, llegó una vez a un pueblo en que las esquinas de las casas eran redondas y los techos no terminaban en punta, sino en una suave curva.
A lo largo de la calle corría un seto de rosas, y a Juanito se le ocurrió ponerse una en el ojal.
Mientras cortaba la rosa estaba muy atento para no pincharse con las espinas, pero en seguida se dio cuenta de que las espinas no pinchaban; no tenían punta y parecían de goma, y hacían cosquillas en la mano.

Esta es la lectura que tenemos en este momento: Cuentos por teléfono, de Gianni Rodari.

Es una colección de relatos breves de la que leemos uno cada día.
Son cuentos divertidos, sorprendentes, llenos de imaginación... estupendos para narrar luego sobre lo que hemos leído, dibujar lo que nos sugiere o inventar historias parecidas.
¿Os gustan los libros de cuentos?






23 de junio de 2016

Adornos egipcios

Hace ya semanas que terminamos el programa del curso y, aunque nunca se para de aprender, ahora el aprendizaje es de otra forma: sin horarios fijos, más espontáneo, mucho menos programado...
Vienen días, Insha Allah, de más salidas, de playa, de juegos con primos y vecinos que llegarán para pasar sus vacaciones, de viajes y de volver a encontrarnos con la familia.
Pero hay trabajos pendientes que me gustaría que quedasen terminados, poca cosa, lo justo para cerrar carpetas y archivadores.
También quisiera que este verano no falten los ratos de lectura, en árabe y en español.
Intentaré pasar por aquí de vez en cuando aunque a veces no haya mucho que contar.

Seguimos aprendiendo sobre el antiguo Egipto. B lleva días recortando y coloreando.
El brazalete está hecho con el tubo de cartón de un rollo de papel higiénico, cortado en vertical por un lado para que se pueda abrir y ponerse fácilmente (como un brazalete de verdad). Está pintado con témpera y decorado con una imagen típica pegada.
Los enlaces para el resto de manualidades podéis encontrarlos en esta entrada.








20 de junio de 2016

Cómo usamos la tabla del cien par favorecer el cálculo mental de sumas y restas

La tabla del cien es un material muy sencillo al que podemos dar muchos usos. Nosotros ya lo hemos utilizado, entre otras cosas, para presentar las tablas de multiplicar coloreando los patrones de cada una de ellas.
La podemos imprimir o hacerla a mano.

Sumar y restar en la tabla del cien implica moverse por ella en vertical (decenas) y/o en horizontal (unidades), sabiendo que cuando avanzamos estamos sumando y que para restar hay que retroceder en las casillas.
Es interesante que en esta forma de operar no hay llevadas. Si los niños siguen un programa escolar, seguramente tengan que aprender también la forma tradicional de hacer estos cálculos sobre papel; mi hijo sabe hacerlo de las dos formas, pero veo claramente que esta que compartimos hoy favorece mucho el cálculo mental.

Partimos de una serie de sumas y restas para resolver. Necesitamos, además de la tabla del cien, una ficha o pequeño objeto que iremos moviendo por las casillas.
En el ejemplo de las fotos, resolvemos 24+46.
Colocamos el muñequito en el primer sumando.


Ahora nos centramos en el segundo sumando.
¿Cuántas decenas tiene? Cuatro. Pues avanzamos cuatro casillas hacia abajo mientras nombramos los números por los que vamos pasando: 34, 44, 54, 64.
Me interesa mucho que B vaya haciendo esto, en voz alta o baja, porque es lo que luego tendrá que hacer cuando quiera calcular sin tener la tabla delante.
Bueno, habíamos llegado al 64 y avanzamos con el muñequito.


A continuación nos fijamos en las unidades del segundo sumando. ¿Cuántas hay? Seis. Pues avanzamos seis casillas en horizontal y vamos nombrando los números por los que pasamos: 65, 66, 67, 68, 69, 70.
Así llegamos al resultado de nuestra suma.


Las restas se resuelven de una forma similar, pero retrocedemos hacia arriba para las decenas y para las unidades retrocedemos en horizontal.
 
La idea es que, con el tiempo, el proceso esté tan automatizado que ya no haga falta la tabla del cien y pueda calcular mentalmente.
También quiero deciros que para solucionar estos cálculos no es imprescindible nombrar las casiilas por las que pasamos, lo importante es que los niños sepan moverse por la tabla y entender cuándo están moviéndose por las unidades o por las decenas.
Estamos usando números (incluídos los resultados) menores de 100, pero si queremos ampliar es fácil hacer una tabla parecida hasta el 200, el 300 o lo que queramos. Sólo hay que tener en cuenta que en cada fila tiene que haber diez casillas.

¿Tus niños usan ya la tabla del cien? ¿Nos das otras ideas para sacarle más provecho?


16 de junio de 2016

Lapbook de Ramadan


Dije que no íbamos a tener actividades programadas para Ramadan, pero mis hermanitas Ummu Asia y Ummu Yumna han hecho un trabajo tan bonito que no lo hemos dudado (qué Allah les recompense por ello).
Es un lapbook prediseñado, listo para imprimir, muy agradable de hacer porque casi todo el trabajo lo han hecho ellas. Sólo quedaba recortar, colorear y pegar.
Desde cualquiera de los dos enlaces anteriores se puede descargar el lapbook, que incluye los puntos más importantes a aprender sobre el mes de Ramadan.
Además diseñaron después un mini-libro de Lailatul Qadr (la Noche del Decreto) que nosotros hemos incluído también en el lapbook, para ello hemos adaptado un poco el material inicial, porque necesitábamos hacer sitio.
He incluído un recordatorio sobre el Aid al Fitr (la fiesta de final de Ramadan) y B ha decorado con flores prensadas los huecos vacíos.
El mini-libro se puede descargar desde aquí o desde aquí.








31 de mayo de 2016

Tangram vertical


Hemos descubierto que el tangram también se puede usar en vertical.
Como para esto no tenemos plantillas, improvisamos, tiramos de la imaginación, practicamos destrezas, equilibrio, concentración, paciencia... 
A veces se caen las piezas y hay que intentarlo otra vez. No todas se sujetan contra todas, hay que buscar combinaciones posibles.
Lo ideal sería tener varios tangram para poder conseguir más variedad de figuras, pero así también se le saca mucho provecho al juego.
Yo no los conozco, pero he leído en algún sitio que venden tangram con un grosor más grande del habitual. Seguro que son estupendos para construir en vertical.


28 de mayo de 2016

Unas lentejas muy nerviosas

El título original de esta actividad es "lentejas bailarinas", que es lo que parece que hacen dentro del refresco.
Es fácil de preparar, senciilo de hacer y tiene a los peques entretenidos y pasando un buen rato mirando a las alocadas lentejas. Seguramente no querrán parar de echar lentejas.

Necesitamos:
- Un refresco con gas y sin color
- Un bote o vaso transparente
- Un puñado de lentejas

Ponemos el refresco en el vaso, echamos las lentejas y observamos.
Las lentejas se hunden, luego suben a la superficie y a su alrededor se van acumulando las burbujas.
Al principio parece que no pasa nada más, durante un instante se quedan así, quietas... Hasta pensé que no nos iba a salir.
Pero de repente empezaron a moverse, hundirse y subir de nuevo sin parar. 
Subir-bajar, subir-bajar... y nosotros ahí mirándolas.
Es un experiemento resultón que gusta mucho a los que les encanta manipular y ver qué pasa.

Después de un rato terminan todas, muy quietecitas, en el fondo
La idea original está aquí, donde también podéis leer la explicación científica de lo que ocurre.
Y en Pensamiento DiverGente tenéis otra variante del mismo experimento, esta vez con uvas pasas.




25 de mayo de 2016

¡Un rodaje cerca de mi casa!

Estos días están rodando una película (o serie) en los alrededores de nuestra casa.
Estábamos paseando una mañana cuando vimos todo el despliegue preparado para rodar una escena y allí se metió mi niño, emocionado de ver tantos aparatos juntos.
A él no le llama la atención el mundo de los actores. Allí estaba el actor, sentado en una silla mientras le maquillaban. Es muy conocido aquí, pero ni se acercó a él, se regalaron unas sonrisas y nada más.

Todo su interés se centró en el equipo técnico y su material de trabajo.
Eran horas de colegio, por eso él era el único niño que había por allí. Eso fue algo a su favor, porque de haber habido muchos niños supongo que no les hubieran atendido igual, a lo mejor ni dejarles acercarse. 
Pero él paseó por allí como quiso, hablando con todos; mirando cámaras, focos, pantallas y micrófonos; preguntando para qué servía cada cosa, observando los largos cables que salían de una furgoneta y se conectaban a distintos aparatos...
Contestaron muy amables a todas sus preguntas, le dejaron tocar lo que se podía tocar y hasta pudo hablar por un micrófono.

Esta mañana estaban grabando otra vez delante de nuestra terraza.
Muy emocionado, me pidió poder bajar.
Volvió a hablar con el personal y de nuevo le dejaron mirar todo lo que quiso.
Estaba feliz, metido en su papel de director, gritando ¡Atención! ¡Acción!
Ha aprendido mucho, sin duda, ha preguntado por todo lo que le interesaba.
Pero todavía le quedaba una última cosa por conseguir, algo que le hacía mucha ilusión: que le dejasen usar la claqueta.





Niños que hablan varios idiomas


Mi entrada de hoy está inspirada en esta otra de Marvan.
Supongo que ella no pretendía hacer un carnaval de blogs, pero a mí el tema me parece tan interesante como para animaros a contar vuestras experiencias, qué hacéis, qué os gustaría hacer, qué ideas nos podemos dar.
Todo pasa por leerla a ella primero.

Mi hijo tiene un padre y una madre de diferentes países, esto no es ningún mérito, son nuestras circunstancias familiares. Pero sí he visto parejas en la misma situación que han optado por "sacrificar" uno de los idiomas y educar sólo en el otro. Me parece una gran pérdida.

B habla español (o castellano, o como cada una quiera llamarlo; yo uso las dos formas) y árabe.
Esto implica usar dos alfabetos (no hay lugar a confusión, son muy diferentes) y el hecho de que se leen y se escriben en direcciones contrarias.
Concretamente, mi hijo habla dos árabes: el clásico y el dariya (árabe de Marruecos).
Además, el curso pasado él iba a un colegio presencial bilingüe en el que la mitad de la jornada sólo se hablaba francés y cogió bastante soltura con este idioma.
Este año ha comenzado con el inglés y por circunstancias el francés ha quedado más aparcado de lo que yo querría porque no he encontrado un espacio en el que pudiera seguir practicando y que fuese poco "académico". Yo buscaba el aprendizaje por juegos y conversación, pero de momento no lo he encontrado.

Creo sinceramente que mi niño tiene una habilidad para los idiomas (Masha Allah) que pasa por su interés en saber cómo se dicen las cosas en otras lenguas además de la capacidad que tiene para reproducir sonidos y que le permite tener una pronunciación muy buena.
Esto último es lo que nos llevó a buscar un profesor particular de inglés porque yo no quería que imitase mi pronunciación, que no siempre es correcta. Este profesor sigue un método bastante "escolar" para mi gusto, pero a veces hay que amoldarse a lo que se tiene cerca, no tenemos otras alternativas de momento.

En nuestra casa:
Hablamos castellano entre los tres y yo con el niño.
El padre y el hijo hablan en dariya. También con la gente de nuestro entorno y cuando ve cadenas de televisión marroquís.
Su programación infantil la ve principalmente en árabe clásico.
También hay bastante tele en francés, por los programas que se emiten en las cadenas de Marruecos y vemos bastante TV5monde.
En ocasiones ve alguna película en inglés, pero subtitulada en árabe por lo que tiende más a leer que a escuchar.

El hecho de ver programas en otros idiomas es algo que venimos haciendo, pero como algo espontáneo, sin un propósito, según va surgiendo.
Los consejos que da Marvan en su entrada me parecen muy buenos y en nuestro caso sólo necesitamos hacerlo de una forma un poco más organizada.
Como el árabe y el castellano son idiomas que ya tiene adquiridos (habla, lee y escribe), toca ahora centrarnos en los otros dos.

Para el francés:
Marvan me recomendó la serie Remi sans famille (una historia que ya conocemos en su adaptación en árabe) y yo busqué los cuentos de Beatrix Potter. Pero por ahora ninguno de estos clásicos le llama la atención.
Como hay bastantes series infantiles traducidas a otros idiomas, he dado con una que le gusta en español y que ha comenzado a ver en francés con mucho éxito: Jelly Jamm en français.

Para el inglés:
National Gegraphic Kids, con vídeos sobre animales y más (si tenéis problemas para cargar los vídeos, podéis probar en su canal de Youtube).
Una serie que conoce traducida al árabe y le encanta: las aventuras de Andy. Tenemos Andy´s Wild Adventures y Andy´s Dinosaur Adventures.
En muchos de ellos se pueden activar los subtítulos en inglés.

De momento así vamos. Esperamos más ideas y sugerencias.
(De todas las series he puesto sólo el enlace a un capítulo, por el nombre podéis buscar todos los demás).


23 de mayo de 2016

Comenzamos a aprender sobre el antiguo Egipto


Partimos de la lectura (adaptada) del capítulo "El país del Nilo", en el libro Breve Historia del Mundo (Ernst H. Gombrich). Y siempre mirando la referencia en la línea del tiempo.
Hemos situado Egipto en el mapa y ha recordado lo que aprendió en su actividad de La vuelta al mundo en 80 días.

De momento hemos aprendido bastantes cosas sobre el río Nilo.
Este es un tema que se presta muy bien para que cada niño exprese su creatividad a su manera y dar rienda suelta a la imaginación: momias, tesoros, pirámides, sarcófagos, jeroglíficos...
Disponemos de bastante material para empezar y buena parte quedará recogida en un lapbook, aprovechando que le vuelven a interesar.
Esto es lo que tenemos:
- Recursos educativos de la web del Templo de Debod.
- Imprimibles para hacer un disfraz de faraón.
- Sarcófago. Nosotros sólo usaremos la tapa para decorar una caja.
- Ancient Egypt Lapbook. No lo vamos a usar completo, algunas partes las trabajaremos en inglés y de otras haré nuestras adaptaciones.
- Imprimible con plantilla para montar una pirámide que luego B decorará a su gusto (en internet se pueden encontrar fácilmente).

Me gustaría añadir la historia de los profetas en Egipto (la paz sea con ellos) y completar con lecturas y vídeos relacionados. No tienen por qué ser informativos, también puede ser ficción ambientada en esa época.
Creo que para el inicio ya es bastante, es posible que sobre la marcha salgan otras ideas.



20 de mayo de 2016

Los números árabes


Así es como se escriben los números en árabe.
Pero en Marruecos no se utiliza esta forma de numeración. Incluso aunque el texto esté escrito en árabe, los números usados son los occidentales (¿se llaman así?). Se puede ver muy bien en la foto del calendario.

Para mi sorpresa, mi hijo conoce perfectamente la numeración árabe. Sabe cuál es cada número, leer cifras, escibirlas y leer la hora (lo sabemos por algún escrito de otro país donde sí se manejan estos números).
¿Quién se los ha enseñado? Nadie.
¿Cómo los ha aprendido? No tengo ni idea.
¿Por qué los ha aprendido? A esto sí puedo contestar con seguridad: porque le ha interesado.



19 de mayo de 2016

¿Nos vamos de pesca?

Creando juegos a partir de material que ya teníamos en casa.
Estos tableros los usamos para repasar las multiplicaciones.


Ya conté en esta entrada que mi hijo no ha memorizado las tablas de multiplicar, por eso en el juego de los peces que voy a enseñar se incluyen, por si hace falta, las fichas de control con las soluciones.
Para quienes tengan dudas, os diré que trabajar mucho con las multiplicaciones (me refiero a juegos y actividades variadas) propicia que se vayan reteniendo.


Los tableros de juego los imprimí desde aquí.
Cada uno de ellos, sueltos, los usamos para trabajar la tabla elegida, que él va resolviendo con cálculo mental o alguno de los truquitos que conté y colocando esos monstruítos en el número que sea. Suele hacer un teatro con ellos mientras los hace saltar de un círculo a otro.

Encontré hace unos días una actividad de sumar que yo he adaptado a las multiplicaciones usando sólo los peces (que se pueden imprimir desde aquí) y escribiendo por detrás las diferentes multiplicaciones con rotulador clarito para que no se transparente y no haya algún listo que elija los peces más fáciles...
Sólo he escrito una multiplicación por cada pareja para obligarnos a usar la propiedad conmutativa. Por ejemplo, sólo 2x7 (7x2, no).

Para jugar a pescar necesitamos los tableros (puede ser uno, varios o todos), los peces correspondientes según los tableros que vayamos a usar, las tarjetas con las soluciones de cada tabla, lápiz y papel.
En nuestra forma de jugar no es imprescindible haber memorizado las tablas, por eso no hay límite de tiempo para responder ni competición de velocidad entre los jugadores.
Se colocan los peces sobre la mesa, con el dibujo del pez hacia arriba, y por turnos se pesca un pez. Vemos qué multiplicación nos ha salido y resolvemos, cada uno como pueda.
Si es un resultado que ya nos sabemos, perfecto. Si no lo sabemos, lo calculamos de cabeza. Si nos atascamos y no sale, usamos las anotaciones que necesitemos en el papel. Y si no damos con ello y vemos que se avecina algún enfado... recurrimos a las tarjetas de soluciones.
Es importante que animemos a los niños a usar el cálculo mental con preferencia o las cuentas sobre papel. Mirar la solución es sólo para cuando no queda más remedio.

Cada pez lo vamos colocando sobre su número y pasamos el turno al compañero.



¿Os gusta esta pesca?
Si jugáis, pasad luego a contarnos cómo lo habéis hecho. Seguro que se pueden hacer muchas variaciones.


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