Siempre me parecieron especialmente hermosas las imágenes de los niños paseando en la naturaleza, con calma, observando desde su curiosidad, emocionándose con las sensaciones y los nuevos descubrimientos...
Muy bellos también me parecían esos cuadernos de campo con sus dibujos tan cuidadosos.
Aprendí a conocer y aceptar a mi hijo fuera de imágenes idílicas.
Él prefiere, sin dudarlo, fotografiar.
Tampoco es un niño de caminatas largas y relajadas
Corretear, feliz, respetando lo que hay a su alrededor, pararse a observar lo que le llama la atención, pasar de largo ante lo que no le interesa...
Escribo ahora desde el móvil y aun no sé cómo enlazar a otras páginas.
Hoy he visto en Experciencia un cuaderno de la naturaleza para imprimir.
Aunque lo ideal es que esos cuadernos sean personalizados y tengan el toque y la esencia de cada uno en particular, es un material muy práctico para comenzar; para aquellos que nunca hicieron un cuaderno de este tipo y los primeros días no saben por dónde empezar.
Ahora, mientras escribo, B está fuera, en un pequeño jardín de la casa donde estamos viviendo estos días.
La naturaleza también se puede disfrutar en versión pequeña. No siempre es necesario salir al campo o a la montaña. Un jardín es una buena alternativa para percibir montones de sensaciones y observar cosas curiosas como las ramas en flor o un nido que cayó de un árbol.
Edito la entrada para añadir el enlace a Experciencia: Cuaderno de campo.