Hace bastante tiempo que no tenemos Historia como una asignatura independiente, pero B aprende historia continuamente porque está incluida en casi todos sus proyectos y en muchas de las cosas que hace a diario.
Es imposible no aprender historia. Historia de cualquier cosa, en todas sus variantes, historia de todo.
Pero hace una semana dijo que quería aprender historia del mundo.
No es fácil elegir libro de historia.
Los libros de texto no nos gustan. A veces hemos mirado algún tema concreto, pero de manera general no motivan.
Hace algunos años comenzamos a leer
el libro de Gombrich y disfrutamos los primeros capítulos, pero al ir avanzando y metiendo cada vez más datos, B terminó por aburrirse y lo dejamos.
Teniendo un hijo muy visual, he mirado libros con muchas ilustraciones; pero casi todos se quedan muy cortos en información. Eso tampoco le gusta.
Y, por último, he tenido también en cuenta los libros para aprender historia a través de las aventuras de ciertos personajes. Pero mezclar la ficción con la información ha tenido mal resultado. Últimamente a mi hijo le gustan muy poco los libros de ficción (con alguna excepción...).
Después de tantos
peros me decidí por el libro de la foto:
La historia como nunca antes te la habían contado, de
Academia Play.
Es un libro que trae la información justa para lo que B requiere en este momento, ni mucho ni poco.
Con ilustraciones muy dinámicas, cambios de color y tipo de letra en los textos... hace que sea muy atractivo visualmente. Perfecto para él.
Incluye mapas, esquemas, líneas del tiempo y dibujos muy significativos que aportan bastante información.
La idea es dedicar varios días a la semana simplemente a leer algún capítulo, a poder ser con otros mapas al lado (pienso que la historia se comprende mucho mejor con los mapas), y detenernos en lo que a él más le llame la atención.
Si quiere profundizar en algo podemos buscar otras lecturas o vídeos sobre ello; investigar sobre algún personaje, edificio, ciudad... o lo que sea. Son cosas que van surgiendo sobre la marcha.
Y, como siempre, siendo también críticos con lo que nos cuentan y cómo lo cuentan.
La historia tiene muchas versiones y no nos conformamos con tener siempre el mismo punto de vista. Hay cosas con las que no estamos de acuerdo. Eso también forma parte del aprendizaje.
