30 de enero de 2016

Reflexiones sobre la historia

Lanzamiento de gases tóxicos contra civiles. Fuente

En nuestro libro ¡Vamos a explorar Europa!, podemos leer esto:

Por desgracia, la historia de Europa no sólo está hecha de grandes logros de los que podemos estar orgullosos. Hay también muchas cosas de las que debemos avergonzarnos.
Durante siglos, las naciones europeas han luchado entre sí en terribles guerras por razones de poder, propiedad o religión.
Los colonos europeos mataron a millones de nativos en otros continentes, ya fuese luchando, a causa de los malos tratos o por el contagio accidental de enfermedades de origen europeo. Los europeos también obligaron a millones de africanos a trabajar como esclavos.
Algo había que aprender de estos actos tan terribles. El comercio europeo de esclavos fue suprimido en el siglo XIX, y las colonias se independizaron en el siglo XX. Y así la paz llegó finalmente a Europa.

Me parece muy positivo reconocer los malos actos cometidos y explicarlo así a los niños. Lo que no veo tan positivo es contarlo como si ya no ocurrieran... Pero para niños pequeños es aun muy complicado entender ciertas cosas.

Tengo estos pensamientos desde que he comenzado el estudio de la historia con mi hijo.
Alguien dijo: La historia fue escrita por los vencedores.
Y hay pasajes de nuestra historia, sobretodo de la historia más reciente, que todavía no han sido contados como realmente ocurrieron.
Me cuesta mucho "tragar" ciertos capítulos de los libros de historia y quiero que mi niño tenga un espíritu crítico y trate de averiguar la verdad. Pero... ¿la verdad de quién? La historia no es una ciencia exacta, seguramente que mucho va a depender de la persona que la cuenta, sus creencias, sus ideas, sus prejuicios...

He leído un texto en el que se hace aparecer a una persona con cualidades y actos terribles y luego se añade que esos son rumores que nunca se pudieron comprobar... Entonces ¿por qué se mencionan en un libro de historia?

Por todo esto, me reservo el derecho de adaptar los textos de historia que crea conveniente antes de trabajarlos con mi hijo, de saltarme lo que me parezca oportuno y buscar material alternativo sobre el tema y de contar ciertas cosas de una forma diferente a la "oficial". 
Los perdedores de la historia también tienen mucho que decir.

24 de enero de 2016

Proyecto "La vuelta al mundo en 80 días"


Contaba en esta entrada que había pensado en usar un libro de aventuras y viajes para que mi hijo continuase aprendiendo sobre geografía. El libro elegido fue la adaptación de Geronimo Stilton de La vuelta al mundo en 80 días.
Este es un proyecto con el que se ha trabajado bastante, por eso es fácil encontrar en internet propuestas, actividades, mapas, fotos, imprimibles, fichas, cuadernillos...

Después de mucho mirar he optado por hacerlo más sencillo y que el trabajo sobre papel sea poco, ya que no todo lo que se aprende hay que escribirlo.
Nosotras mismas, aprendemos leyendo, viendo programas en la tele, etc y no siempre nos dedicamos a escribir sobre ello.
Pero algo de papel sí que hay...

Los objetivos de este proyecto son:
- Disfrutar de la lectura
- Aprender a localizar algunos países y ciudades sobre los mapas
- Aprender un poco más sobre los medios de transporte

Ya hemos comenzado y nos estamos centrando sólo en el viaje y el empeño de su protagonista en demostrar que lo puede hacer en 80 días. El tema de la apuesta lo hemos retirado.

Las cosas que estamos haciendo sobre papel son:
- Una brevísima biografía de Julio Verne (de la que B no tiene que memorizar nada, sólo que conozca al autor de la obra original y que le suene el nombre) porque hasta ahora no hemos hecho nada de literatura, en plan escritores, y me parece una buena ocasión para comenzar.
- Un itinerario del viaje con los días empleados en cada tramo.
- El diseño de un pasaporte con su foto y sus datos personales y un espacio para ir pegando los "sellos" de los países por los que va pasando a lo largo de la lectura (los sellos son círculos de colores con el nombre del país escrito).
- Varios mapas mudos para ir trazando con una línea el recorrido del viaje. Al principio imprimí un mapa del mundo, pero quedaba todo demasiado pequeño para que él lo viese con claridad; así es que ahora tenemos mapas de continentes.
- Pequeñas fichas que contienen un mapa mudo de cada país y un hueco para pegar su bandera. En ellas B sólo tiene que escribir el continente, el nombre del país y las ciudades por las que pasan los protagonistas. Después, fijándose en los mapas de la enciclopedia, tiene que situar (más o menos) las ciudades en el mapa mudo.
- Al final me gustaría diseñar unas láminas con dibujos de los medios de transporte utilizados.

Las cosas que no hacemos por escrito:
- Leer juntos el libro.
- Seguir el recorrido del viaje sobre el globo terráqueo.
- Escuchar el himno de cada país (esto de los himnos es un nuevo interés de mi hijo, que ya se sabe dos con letra incluída..., bueno, tres si contamos nuestro lalalalalalalalalala).
- Mirar fotos de las ciudades.
- Comparar los medios de transporte actuales con los que se mencionan en el libro.
- Buscar información sobre cualquier cosa que leamos y él no conozca o quiera saber más. Hoy, por ejemplo, hemos mirado fotos de la estación de tren Charing Cross, donde comienza el viaje; hemos visto fotos actuales y antiguas de ella y también fotos de trenes de vapor. Después hemos visto un vídeo para niños explicando cómo funcionan estos trenes.

El material es de elaboración propia. Básicamente son mapas mudos sacados de internet con líneas al lado para escribir algunos datos porque a B aun le cuesta escribir sin torcerse si no hay renglones.
Pero como decía más arriba, en internet hay bastante material para usar (o incluso adaptarlo a otros libros de viajes).
Os dejo algunos enlaces por si alguien quiere hacer un proyecto parecido:
Cuadernillo de actividades
Blog dedicado al libro, con material para descargar
Documento con ideas y propuestas de actividades
Aplicación con recursos para descargar y herramientas web



21 de enero de 2016

Sus lecturas de enero (2016)

En cada visita a la biblioteca, B puede sacar cuatro libros.
Normalmente cogemos uno o dos más didacticos como ayuda a algún tema que esté estudiando o algún proyecto que vayamos a iniciar.
El resto son cuentos o novela infantil que pretendo que elija él.

De momento le cuesta mucho escoger entre tantas posibilidades, y esta vez sólo he conseguido que se decida por uno, los otros han sido elección mía.
Me parece interesante recoger en el blog estas lecturas que, más adelante, a lo mejor nos hace ilusión recordar.


La mirada de Ahmed es un precioso librito de Tándem Edicions, escrito por Mª Dolors Pellicer i Soria e ilustrado por Eva Garcés.
Cuenta la historia de un niño que tiene que dejar su pueblo para ir a vivir a otro país muy diferente al suyo.
Habla de tristeza y nostalgia, pero también de la capacidad que tienen los niños para aceptar lo diferente.
Y también habla de los sueños de los niños que quisieran vivir en un mundo mejor.


¡¡¡Fuego!!! es una historia más desenfadada, pero con un mensaje debajo de sus palabras.
Está escrito por Fina Casalderrey, ilustrado por Manuel Uhía y esditado por Edebé.
Cuenta las ocurrencias de un niño que hace cosas con su mejor intención, pero que acaban en pequeños (o grandes) desastres.
Y nos recuerda las veces que pensamos que las cosas de los niños son menos serias que las de los adultos.

Mi primer Larousse de los ¿Cómo se hace? es un entretenido libro didáctico que responde a más de 200 preguntas sobre cuestiones muy variadas acerca de los alimentos, la ropa, los objetos, los transportes, la energía... Además de sernos útil para varios temas que está estudiando ahora, estamos aprendiendo curiosidades que no conocíamos.


19 de enero de 2016

Volvemos a los medios y a los cuartos

De nuevo ha tenido que trabajar con medios y cuartos, esta vez sobre las unidades de peso: un kilogramo tiene dos medios y cuatro cuartos.
Si tuviéramos en casa una balanza de pesas, esto se podría ver muy bien y experimentar para sacar conclusiones.
Pero como no tenemos, hay que buscar maneras diferentes de entender las fracciones.

Me han venido muy bien los círculos que hice para el tema de los minutos. Esta vez el círculo completo ya no representa una hora, sino un kilogramo.
Y además completamos con diferentes maneras de trabajar para entenderlo mejor.
Coloreando del mismo color grupos de dos cuadros (si está con los medios) o de cuatro cuadros (si está con los cuartos) para calcular cuántos kilogramos hay.


Y, como otras veces, contamos con la ayuda de las regletas.
Nos ponemos de acuerdo en que una regleta del 4 representa un kilogramo. Ahora es muy fácil comprobar cuántos medios y cuántos cuartos hay en un kilo.


Y de esta forma B puede calcular con ejercicios de varios kilogramos.
Por ejemplo, ¿cuántos medios hay en 3 kg.? o ¿cuántos cuartos hay en 2 kg.?


Seguramente lo haremos de la misma forma cuando llegue a los litros, pero para eso sí que contamos con jarritas de diferentes medidas con las que creo que será muy interesante trabajar.


15 de enero de 2016

Geronimo Stilton. La vuelta al mundo en 80 días (otra forma de aprender geografía)


Después de que el cuaderno de los países quedase abandonado definitivamente, estuve pensando de qué forma más interesante podríamos seguir trabajando la geografía.
Mientras tanto B ha hecho algunas actividades de su librito de Europa (capitales y monumentos famosos).
Se me ocurrió partir de algún libro de viajes y aprender cosas profundizando a partir de esa lectura.

Pensé en los viajes de Marco Polo o en La vuelta al mundo en 80 días (la obra original), pero ya había probado antes con la lectura de algunos clásicos con muy poco éxito. Y al ver el lenguaje usado en ambos libros, ya imaginé que no resultaría.
Ví que La vuelta al mundo en 80 días tiene varias adaptaciones para los más pequeños, aunque también podría haber otros libros de aventuras y viajes a tener en cuenta. También tenía que cumplirse el requisito de que estuviesen en nuestra biblioteca.
Así es que al final las posibilidades se redujeron a sólo dos: La adaptación de Geronimo Stilton o La vuelta al mundo de la hormiga Miga (de Emili Teixidor).

Y el elegido ha sido La vuelta al mundo en 80 días, de Geronimo Stilton.
Espero escribir una entrada contando con más detalle los planes para este proyecto. 
Básicamente se trata de ir leyendo el libro poco a poco mientras propongo a B actividades relacionadas con el viaje que se está contando. Además de que nos viene genial para el tema de los medios de transporte.
Si buscáis en internet, veréis que hay muchos proyectos hechos sobre este tema (tanto el libro original como sus adaptaciones), así es que hay muchas ideas y material disponible para usar o adaptar.

Ya tengo en la cabeza mapas, fichas, pasaporte... Casi todo preparado para comenzar el viaje.

14 de enero de 2016

Tangram de madera


Me encantan los juguetes de madera.
Ya tuvimos unos tangram caseros hechos con goma eva, pero era un capricho mío tenerlo de madera. ¡Ya lo tenemos!

Por un lado tiene las piezas en colores lisos y por el otro están decoradas a rayas.

Para mi hijo he imprimido, de momento, estas plantillas con las que trabaja la atención además de entretenerse. Tengo que decir que ha sido una compra con éxito.




Si buscáis en intenet, encontraréis muchos modelos para hacer. Hay incluso una página web dedicada a este juego y bastantes propuestas para utilizarlo en el aprendizaje de distintas cuestiones matemáticas.
Las figuras que os he puesto tienen los límites de las piezas muy bien definidos, pero hay algunos modelos que sólo tienen el contorno exterior y os aseguro que a veces no es nada fácil sacarlas, esto nos ha dado algunos largos ratos de trabajo (incluídos los adultos) porque este sencillo juego engancha.





12 de enero de 2016

Geografía Elemental, de Charlotte Mason

Leed estos párrafos:

Un plano es una representación sencilla de un lugar, un edificio, una población o de un objeto tal como lo veríamos desde arriba.
Un mapa es la representación de la superficie de la Tierra o de una parte extensa de esta, como un país, una comunidad, etc.

La Tierra tiene forma esférica, pero aplastada por sus extremos, que son los polos.

Ahora leed estos otros:

Supongamos que una alondra que pudiese pensar, o un aviador, estuviese volando sobre vuestra ciudad, arriba en el cielo, y se detuviese en lo alto por un momento para ver lo que había bajo él. Sólo podría ver las calles principales, calles y edificios grandes. Todo parecería muy pequeño porque estaría muy lejos; y al verlos desde arriba los edificios parecerían planos...
... Si fuera posible para nuestro pájaro, o aviador, volar todavía más alto en el cielo para tener una visión del condado donde vives, además de tu ciudad, un plano de tal vista sería lo que se da en llamar un mapa.

Ellos sabían que el mundo no era todo; que el Sol y la Luna que brillan sobre nosotros no son parte del mundo, sino que están muy lejos del mismo. Por lo que se dijeron, ¿por qué nunca llegamos al final del mundo? Si viajamos sobre tierra y mar durante años, ¿deberíamos llegar al final, entonces? ¿Y cómo es el final? ¿Nos caeremos del borde, como una taza podría caerse al borde de una mesa?
Finalmente la gente descubrió que nunca llegaría al final del mundo debido a su forma. Hay ciertas cosas que usamos por las que puedes pasar tu dedo todo el día sin llegar a ningún borde, ningún final. Las cosas redondas, como las pelotas o las naranjas, no tienen bordes ni final. Y nuestro mundo es redondo. Es más como una naranja que como una pelota, porque es un poco plano en lo que podemos llamar las partes de arriba y de abajo.

Los primeros párrafos son de nuestro libro de texto, han sido escritos hace sólo varios años.
Están transmitiendo información, pero nada más. Son palabras frías, no enganchan.

Los segundos pertenecen al libro Geografía Elemental, de Charlotte Mason (traducido por Silvia Cachia y María Calderón. A la venta aquí).
También transmiten información, pero además son textos vivos, que invitan a imaginar, que te hacen sentir protagonista de lo que se está contando, que te dan ganas de seguir leyendo.
Este libro fue escrito hace casi cien años.


Aunque está recomendado para niños un poco más mayores, nosotros ya lo estamos usando en algunos capítulos.
Le sirvió de apoyo en el tema de planos y mapas, y ahora que está aprendiendo sobre la Tierra nos está viniendo fenomenal.
Hace bastantes meses que lo tengo y primero me lo leí yo sola, antes de comenzar a usarlo como lectura en voz alta.
Me encantó.

Una cosa que me agrada mucho es que menciona a Dios con frecuencia.
Aunque no compartimos con Charlotte Mason la misma religión, sí que somos creyentes como ella y en nuestros estudios sobre la ciencia y la naturaleza siempre tenemos presente que es Allah quien ha creado todo eso sobre lo que aprendemos.

Para ser sincera del todo, tengo que decir que en alguna parte del libro aparecen algunos comentarios (afortunadamente son muy pocos) que atribuyen cualidades más "elevadas" a las personas de ciertos países o culturas. Se podría entender como fruto de la mentalidad de la época de determinadas personas... aunque a mí no me han gustado nada.
Pero fácilmente se pueden pasar por alto y continuar con la lectura aprovechando todo lo bueno que tiene el libro, que es mucho.



10 de enero de 2016

Lapbook de los animales vertebrados

Habíamos comenzado este lapbook antes de las dudas que comenté aquí. Y la verdad es que ha sido muy agradable trabajar con él y lo hemos terminado con facilidad, aunque en los proyectos que tenemos ahora estoy probando con otro sistema.

En la portada, el título, una aya del Corán sobre la Creación de los animales y pegatinas para decorar.


En una de las solapas hemos puesto una introducción con varias cuestiones: características de los seres vivos, diferencias entre animales vertebrados e invertebrados, clasificación de los animales según su alimentación y según su forma de nacer...



La parte central del lapbook es una hoja con los cinco grupos de animales vertebrados y las características de cada uno de ellos. Debajo, una solapa que tiene por un lado las partes del cuerpo de varios animales y por el otro lado la división de los peces que viven en agua dulce o salada.

Bolsillos con excepciones: mamíferos que no tienen cuatro patas, aves que no vuelan y animales que viven en el agua y no son peces. Dentro de cada bolsillo hay dibujos con ejemplos.


Ciclos de la tortuga y de la rana.
Y para jugar repasando, un juego imprimible de clasificación que se puede adjuntar al lapbook en un sobre, y al que hemos añadido las tarjetas de animales en inglés.


El ciclo de la rana y el juego para clasificar son de Actiludis.
El resto del material es de elaboración propia o usando dibujos encontrados en internet.


6 de enero de 2016

¿Es necesario memorizar las tablas de multiplicar?

Pues eso depende...
Depende de si los niños están escolarizados o no y, para los niños no escolarizados, depende del método que siga cada familia.
Lo que tengo muy claro es que para poder multiplicar no es necesario haber memorizado ninguna tabla (en los comentarios de esta entrada surgió un debate muy interesante sobre esto).
Lo importante es comprender qué significa multiplicar. Y una vez comprendido esto, que viene después de trabajar mucho con material que se puede ver o tocar, seguro que "saberse" las tablas ayuda a la hora de realizar operaciones porque nos permite ahorrar tiempo al hacerlo de una forma más automática.
Pero memorizar sin haber entendido antes lo que estamos haciendo implica que sólo estamos buscando la respuesta correcta a un ejercicio que nos han dado, sin haber interiorizado absolutamente nada.

Como decía, pienso que llega un momento, más adelante, fuera de las situaciones programadas, en que hace falta multiplicar para resolver algún asunto y no nos ponemos a contar grupos de garbanzos o a poner bolas de colores en una tabla perforada Montessori. En esos momentos viene muy bien una de dos cosas: o saberse las tablas de multiplicar o tener a mano una calculadora.
Cada familia o cada persona puede optar por lo que crea mejor.
Si es el caso de memorizar, aquí podéis encontrar una guía con consejos y una metodología para facilitar la tarea.
En ella se recomienda felicitar por cada tabla memorizada o premiar con una carita sonriente. Yo no soy muy amiga de las caras sonrientes, pero sí que felicito a mi hijo por cada logro obtenido porque creo que se lo merece, porque reconozco su esfuerzo y su trabajo y me alegro junto a él de cada avance. Esto no quiere decir que me entristezco cuando no le sale, para nada, aprender es un proceso y antes de conseguir un objetivo puede haber muchos intentos en los que no se ha conseguido. Es lo normal y en eso consiste aprender.

En entradas anteriores he escrito sobre la forma en que mi hijo trabaja las tablas de multiplicar.
Pero no las está memorizando, aunque algunas operaciones sí que las sabe ya de tanto usarlas.
Además, hacemos otras cosas como resolver multiplicaciones (que él resuelve con cálculo mental, ya casi no usa el ábaco) cuyos resultados se codifican con un color que luego usa para colorear dibujos que yo he sacado de internet de cosas o personajes que le gustan.

He encontrado también este juego al que llamo "multiplicaciones monstruosas" (por los monstruítos que ilustran cada tabla).


Sólo he imprimido los tableros para jugar.
Se puede jugar de muchas formas. Una de ellas consiste en elegir una de las tablas, lanzar dos dados, sumar los resultados, hacer la multiplicación según la tabla elegida y colocar la ficha en el resultado que corresponda.
Para ambientar más el juego, usamos como fichas algunos monstruos de Lidl, como estos de la foto.


Y en vuestra casa, ¿cómo trabajáis las multiplicaciones?

3 de enero de 2016

Experimentando con piedras


Dentro del estudio de la Tierra, hemos terminado el tema del suelo: rocas y minerales.
B ha hecho las actividades de su libro de texto y ha aprendido un poco más sobre las cualidades de los minerales con esta ficha. Hemos buscado fotos en internet de los minerales que se nombran en ella y también en el libro.

En casa hemos estado viendo mármol, granito y un plato de arcilla. Ha podido comprobar la diferencia de temperatura, la arcilla no es tan fría, y se ha fijado en las vetas del mármol y los trozos de minerales que forman el granito.

No puedo poner fotos de la actividad en la calle por el problema que tengo con la cámara. Pero os cuento.
Salimos a buscar piedras.
La idea era recoger piedras que fuesen más o menos del mismo tamaño, pero diferentes en forma o en color.
Cerca de casa no fue fácil porque eran casi todas muy parecidas, pero aproveché para buscar un trozo de ladrillo y poder hacer uno de los experimentos que nos proponen en el libro Aire.
Consiste en sumergir un ladrillo en el agua y observar las burbujas que suben, esto quiere decir que el ladrillo tiene aire. Efectivamente, lo comprobamos.

Pensé que acercándonos a la playa seguramente encontraríamos más variedad de piedras. 
Así fue, y además le sirvió a B para fijarse que las piedras de la orilla del mar eran mucho más redondeadas. Ese día también hablamos de la acción del mar sobre las rocas.
Volvimos a casa con doce piedras.

Lo primero que hizo mi hijo fue numerarlas con rotulador permanente.
Después estuvimos observando varias cosas que él anotó en una tabla: color, forma, tacto, peso y dureza.
Con una báscula de cocina fue pesando cada una de las piedras y tomando nota de los gramos. Luego estuvimos comparando para ver cuáles eran la más pesada y la más ligera.
Con un destornillador (siempre en compañía de un adulto), sujetando cerca de la punta para evitar accidentes (así se controla mejor al apretar), fue rayando las piedras para comprobar cuáles se rayaban fácimente, un poco o nada.

Al acabar quiso quedarse solo manipulando por libre con la báscula y las piedras, haciedo combinaciones para ver cómo el peso subía o bajaba.

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