En una de las páginas del journal le pedían a B que leyese algo sobre historia, ciencias naturales y ciencias sociales y después escribiese algunos apuntes sobre lo leído.
Ya conté en esta entrada que la idea original para usar este tipo de journals es elegir varios libros motivadores para cada niño y, a partir de ellos, ir completando las actividades que se piden. En la misma entrada se puede ver que también había una revista entre el material elegido.
Realmente, las lecturas interesantes y el aprendizaje pueden surgir perfectamente fuera de los libros y del material que en principio etiquetamos como educativo (como en el ejemplo de la revista).
En esta ocasión, para el apartado de estudios sociales, recurrimos a un par de catálogos de Ikea que tenemos en casa y nos fuimos a la sección de los proyectos de la Fundación Ikea.
B eligió uno de los dos artículos (el de la energía renovable le pareció más interesante) para su actividad.
Esto es un ejemplo de la variedad de recursos que podemos tener en nuestras casas y que pueden ser fuente de aprendizaje y evitar la monotonía de hacer siempre lo mismo o de la misma manera.
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