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30 de marzo de 2017

Pequeña naturaleza

Siempre me parecieron especialmente hermosas las imágenes de los niños paseando en la naturaleza, con calma, observando desde su curiosidad, emocionándose con las sensaciones y los nuevos descubrimientos...
Muy bellos también me parecían esos cuadernos de campo con sus dibujos tan cuidadosos.

Aprendí a conocer y aceptar a mi hijo fuera de imágenes idílicas.
Él prefiere, sin dudarlo, fotografiar.
Tampoco es un niño de caminatas largas y relajadas
Corretear, feliz, respetando lo que hay a su alrededor, pararse a observar lo que le llama la atención, pasar de largo ante lo que no le interesa...

Escribo ahora desde el móvil y aun no sé cómo enlazar a otras páginas.
Hoy he visto en Experciencia un cuaderno de la naturaleza para imprimir.
Aunque lo ideal es que esos cuadernos sean personalizados y tengan el toque y la esencia de cada uno en particular, es un material muy práctico para comenzar; para aquellos que nunca hicieron un cuaderno de este tipo y los primeros días no saben por dónde empezar.

Ahora, mientras escribo, B está fuera, en un pequeño jardín de la casa donde estamos viviendo estos días.
La naturaleza también se puede disfrutar en versión pequeña. No siempre es necesario salir al campo o a la montaña. Un jardín es una buena alternativa para percibir montones de sensaciones y observar cosas curiosas como las ramas en flor o un nido que cayó de un árbol.



Edito la entrada para añadir el enlace a Experciencia: Cuaderno de campo.





25 de marzo de 2017

Travelschooling



Llaman travelschooling al proceso de aprender viajando. Pero no se trata sólo del viaje, sino de interiorizar las experiencias vividas y conocer otras personas, otras costumbres, otras culturas y otras realidades.

Se puede decir que B lleva toda su vida haciendo travelschooling. A sus 8 años, ya ha vivido en tres países diferentes.

Si nuestros planes salen como esperamos, Insha Allah, en los próximos meses nos esperan dos países europeos. Seguro que será muy intetesante y nos aportará mucho.



21 de marzo de 2017

¿Qué sabes de la Tierra?


Está claro que las oportunidades hay que aprovecharlas cuando se presentan. No siempre están disponibles cuando una quiere.

En los pocos días que pasé en España quería encontrar algún libro especial para B, de esos estupendos que veo en algunos blogs a precios tan baratitos. Pero nada, ni una oferta para mí...
Aun así no pude salir de Casa del Libro sin comprar algo.
Y ahora que estamos con el gran tema del estudio de la Tierra, esta cajita de lata con tarjetas me pareció perfecta.


Son cincuenta tarjetas con cien preguntas relacionadas con la Tierra, pero de temáticas muy variadas.

Por una cara tenemos las preguntas y diferentes opciones para elegir la respuesta.


Y por la otra cara están las respuestas correctas junto con explicaciones o datos interesantes relacionados con lo que se pregunta.


La idea original es utilizarlo en forma de juego.
Según las instrucciones de uso, se puede jugar de forma individual o en grupo. Se sugieren diferentes formas de juego, aunque todas ellas tienen como objetivo sumar puntos por las respuestas acertadas.
Nosotros no lo usamos para competir ni acumular puntos.
Leyendo una tarjeta al día (o las que se quieran) se aprenden cosas nuevas, surgen cuestiones a partir de otras, aparece el interés por algo en concreto, la posibilidad de ampliar información, ver un vídeo, buscar fotos...
Y si no, pues se guarda la tarjeta y se coge otra.




16 de marzo de 2017

Filosofía de carretera

Un viaje, una parada en una cafetería de carretera, los sobres del azúcar....
Sin programarlo, leemos frases que nos hacen pensar, que dan para una charla interesante y que son un motivo para explicar quiénes son las personas que las firman.






3 de marzo de 2017

Cómo NO transformar un juego de agentes secretos en un juego de geografía


Ese que se ve en la foto es el juego Top Secret en versión española, nosotros lo tenemos en versión belga.

Hay cuatro equipos de ocho agentes secretos que tienen que ir consiguiendo maletas que están repartidas por las ciudades que forman el tablero de juego. El contenido de la maleta es secreto también y sólo se puede saber cuando llegan con ella a su base. Cuando dos agentes contrarios se cruzan en una ciudad, tienen que entrar en combate.

La temática del juego no me gustaba nada. Pero cuando vi las ciudades, tuve una idea para transformarlo.
Este es nuestro tablero de juego:


En esta entrada contaba que quería transformalo en un juego de geografía.
Se podía hacer de muchas maneras. Mi idea era usar estas banderas (e imprimir las que faltaran) con el nombre del país escrito detrás y así el juego consistiría en saber a qué país pertenecía cada ciudad en la que vas cayendo, elegir su bandera y quizá hasta preparar preguntas sobre cada país o ciudad: monumentos, personajes famosos, comidas típicas, cómo se dice alguna palabra en su idioma...

Pero cuando le conté el plan a mi hijo, se negó completamente a cambiar el juego.
Me dijo muy clarito que a él le gustaba así y que era así como quería jugar. Nada de cambios y nada de geografía.

Así es que no voy a perder tiempo y tinta en preparar algo que ya sé que no le va a gustar, por mucho que a mí me parezca una idea estupenda.
Tantas veces nos pasa que preparamos una actividad sin contar con ellos y luego nos decepcionamos cuando, después de tanto trabajo por nuestra parte, resulta que lo rechazan.
Es mucho más práctico preguntarles primero y escucharles después.

Así es que aquí dejo un registro de cómo NO voy a transformar el juego de agentes secretos en un juego de geografía. Quizá a otra familia le inspire la idea.



2 de marzo de 2017

Simetría con una servilleta

En uno de los ejercicios de matemáticas se presentaba un espacio cuadriculado y se pedía dibujar unas figuras a partir de un eje de simetría.
La última de ellas no era sencilla, yo misma me equivoqué al intentar ayudarle.

Ya veis, aquí nos equivocamos todos, grandes y pequeños... real como la vida misma.

Para facilitarnos la tarea dibujé el ejercicio en una servilleta de papel, que nos permite verlo con más claridad porque podemos doblar por el eje y comprobar dónde exactamente hay que dibujar cada figura.
El dibujo en la servilleta es mejor hacerlo con rotulador para que se vea bien por el otro lado del papel.

Imperfectos como somos, pero muy prácticos, sabemos que no necesitamos que el dibujo sea una copia exacta del que se nos presenta en la actividad. Así es que nos vale con hacerlo a ojo y que quede más o menos parecido.


Las letras que se ven es porque luego te piden colorear cada forma de un color, aunque B puede colorear como quiera.
Y la línea discontinua es el eje de simetría.

Si tenemos dudas (y en este caso teníamos muchas), sólo hay que doblar por el eje. ¿Podéis ver las marcas del rotulador?


Aquí dejamos este truquito por si le sirve a alguien más.