Aquí contaba la actividad que íbamos a empezar siguiendo la versión de Geronimo Stilton de la obra de Julio Verne: La vuelta al mundo en 80 días.
A mi hijo le gustó mucho la historia, conectó muy bien con los personajes y eso le motivó muchísimo para hacer las actividades de geografía que yo había preparado a partir del viaje.
Pero lo cierto es que trabajar con un libro prestado de la biblioteca no ha sido una buena idea, por lo menos en este caso.
Apuramos hasta el último día del préstamo, incluyendo la renovación, pero no fue cómodo trabajar con prisas, sabiendo que tal día el trabajo tendría que estar más o menos acabado porque había que devolver el libro.
Lo ideal es hacer este proyecto con un libro que sea nuestro o que alguien nos deje todo el tiempo que necesitemos.
Después de haber terminado, esta es la forma en que me hubiera gustado hacerlo:
Primero, leer la historia completa antes de empezar a trabajar con ella. De esta forma se dusfruta más de la lectura y tenemos una idea general antes de la actividad.
Después, iniciar de nuevo la lectura adaptando el ritmo al trabajo que hay que hacer.
Como tuvimos que hacerlo todo al mismo tiempo, nos ocurría que íbamos más avanzados con la lectura que con el trabajo. Cuando retomábamos las tareas en papel teníamos que volver atrás y recordar dónde nos habíamos quedado, o bien ralentizar la lectura para que no hubiera mucha diferencia, pero esto último era un fastidio porque teníamos ganas de seguir leyendo, ya que a B le enganchó mucho el libro.
Al final tuvimos que hacer las fichas de los últimos países ya sin el libro.
Ha sido genial la idea de usar esta clase de libros de aventuras para aprender geografía con muchas ganas, este punto ha sido un acierto.
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