Un viaje matemático

B acaba de terminar su último proyecto de matemáticas, en el que ha tocado más temas aparte de los números.

Esta vez, se trataba de elegir una ciudad para ir a pasar una semana toda la familia.

La ciudad elegida fue Madrid (no se ha ido muy lejos...).

Buscó información y calculó datos que luego recogió en dos tablas.

Por un lado, gastos del viaje y de la estancia (hotel, desayunos, comidas, meriendas y cenas). Para esto estuvo buscando en internet los diferentes precios y comparando.

Por otro lado, programación de visitas y actividades para toda la semana. Igualmente, buscó la información en internet.

Y para finalizar, diseño en Canva de la portada de su trabajo.

Generar su propio dinero

- Aquí me enseñaron que los niños tienen que ser capaces de generar su propio dinero,

todo lo contrario de lo que se les enseña a los niños y adolescentes de ahí afuera.

Tomó un sorbo de su infusión.

- Sí, a los de ahí afuera se les enseña desde pequeños a ser empleados,

a trabajar siempre para otros, a ser simples mercenarios del trabajo.

En el colegio, en el instituto e incluso en la universidad,

les preparan para conseguir un trabajo, les enseñan a trabajar para otros

aunque el trabajo no les aporte nada.

(El Regalo, de Eloy Moreno)

Y de paso que traduce...

Contaba en la entrada de ayer (aquí) que B había comenzado a hacer actividades de traducción de textos y la idea es que traduzca tanto de español a inglés como de inglés a español.

Hoy ha terminado su primer texto (de inglés a español) sobre una agencia de viajes de aventuras y su oferta vacacional. Esto le ha llevado tres días (a ratos).

 

Después de terminar le he pedido que haga el diseño de una portada para su proyecto trabajando con una página de diseños en el ordenador.

Esto mismo será lo que haga con cada proyecto que vaya terminando, incluso con otras materias como matemáticas.

Así da rienda suelta a su creatividad e imaginación, al mismo tiempo que aprende a utilizar esta herramienta con múltiples usos.

Traducciones

Se me ocurrió proponerle a B actividades de traducción de textos de inglés a español y de español a inglés. Consultándolo con mi hermana (que es profesora de inglés), ella me dijo que son ejercicios muy buenos y que es una pena que se hayan dejado de hacer en las clases de forma habitual, ya que implican conocer muy bien ambos idiomas y la forma correcta de expresarse en cada uno de ellos.

Y esa, precisamente, es la idea.

No se trata de traducir palabras para memorizar vocabulario.

Lo que yo pretendo es que B sepa pasar de un idioma a otro el sentido de un escrito, que no traduzca literalmente, sino que sepa montar las frases correctamente teniendo en cuenta las normas diferentes de cada idioma. Y también que sea capaz de transmitir el mensaje, lo que se quiere decir, aunque para ello tenga que variar en algo la forma de expresión o las palabras que usa.

Ahora mismo está trabajando con la traducción de un texto de inglés a español. Lo hace a ratos, calculamos que le llevará tres días terminar.

Más adelante será al contrario, traducir del español al inglés.

Esto no se hace todos los días (aunque sí se hace seguido hasta que se termina).

Mi hijo tiene otras actividades en inglés que ya conté en esta entrada.

 

B tiene un nivel alto de inglés y una buena capacidad, en general, para los idiomas. Por eso le veo muchas posibilidades al mundo de la traducción y me inspiró mucho ver este vídeo en el que Laura Mascaró entrevista a Priscila Salazar.

No pretendo dirigir la futura profesión de mi hijo, ni él tiene claro ahora mismo lo que le gustaría hacer dentro de unos años, pero es una puerta abierta a tener en cuenta y una opción más para él, ¿por qué no?

En cualquier caso, el objetivo ahora es el presente y creo que estas actividades ayudan mucho a conocer las diferentes lenguas (incluída la propia) y a saber expresarse correctamente.

Poco importan

 

Verás, aquí en La Isla, me enseñaron que de poco importan las matemáticas que sepas, 

o la química, o saber distinguir entre el sujeto y el predicado... 

si delante de nosotros se ahoga una persona y no somos capaces de salvarla.

(El Regalo, de Eloy Moreno)

Iowa

Después de Indiana, y dentro del proyecto sobre Estados Unidos, B ha terminado con Iowa.

- Ha localizado el estado en el mapa y ha anotado la capital: Des Moines.

- Ha dibujado su contorno y su bandera.

- B ha conocido al famoso actor de películas del oeste, John Wayne.

- También ha conocido el cuadro American Gothic.

- Hemos leído sobre la película Fields of Dreams.

- Hemos buscado fotos de los diseños de Frank Lloyd Wright.

- Hemos leído sobre Herbert Hoover.

- Hemos investigado un poco sobre los pietistas alemanes y los Amana Colonies que fundaron aquí.

- Ha tomado apuntes sobre cosas interesantes y curiosas.

- Hemos mirado varios vídeos sobre Iowa.

Seguramente este será el último estado que veremos en este proyecto, ya que B ha perdido el interés y no quiere seguir.

 

Estamos pasando una época de desmotivación y falta de interés de la que espero escribir un día más despacio para contar cómo se siente él, cómo me siento yo, cómo lo afrontamos y qué decisiones hemos tomado tanto en familia (contando con él) como en pareja (padre y madre).

Estas cosas ocurren a veces y está bien hablar de ellas y compartirlas para que nadie piense que solo les pasa a ellos. Es fácil, cuando solo se cuentan y se muestran las cosas buenas, sentir que los problemas y dificultades no les ocurren a los demás.

Pero no penséis que en otras casas no hay protestas, desgana, proyectos que se quedan a medias, actividades que salen mal, material que preparamos con ganas y esfuerzo y luego no gusta...

Calculando el IVA

B ha estado haciendo matemáticas con una factura de la óptica.

 

Hemos tenido que cambiar los cristales de las gafas y hemos examinado cada parte de la factura para entenderla bien.

En la parte de Impuestos hemos visto que nos aplican un 10% de IVA, y también que hay otros porcentajes de IVA que aplicarán sobre otro tipo de productos.

 

Lo primero ha sido ver un vídeo explicativo sobre qué es el IVA (impuesto sobre el valor añadido), por qué lo pagamos, qué tipos diferentes hay y sobre qué productos se aplica cada uno.

 

Después B ha hecho una tabla en la que ha calculado cuánto hubiéramos tenido que pagar si nos hubieran aplicado los otros porcentajes mencionados en la factura (4% y 21%).