27 de enero de 2018

No te líes con la X

Para matemáticas seguimos el programa de un par de libros de texto (de cada uno voy cogiendo lo que más nos interesa).
Hemos llegado al tema de las ecuaciones. Son ecuaciones muy sencillas, lo que sería la iniciación a la expresión algebraica.

B lleva tiempo resolviendo ecuaciones de este tipo, aunque nunca las hemos llamado así y su aspecto era bien distinto.
Lo que quiero decir es que los niños, antes de llegar a estas abstracciones, ya resuelven cálculos de ese tipo: cuando resuelven ejercicios de pirámides (en que cada número es el resultado de hacer una operación con los dos que tienen debajo y hay que rellenar las casillas en blanco), cuando resuelven ejercicios tipo árbol (parecido al anterior, de cada número salen unas flechas o "ramas" que te indican qué cálculo tienes que hacer para llegar a la siguiente casilla que está en blanco).


Para la foto anterior, utilizando el lenguaje algebraico, podemos decir X+191 igual a 381 (perdón, me falla la tecla del igual). Pero con los más pequeños no hacemos eso, simplemente les explicamos cómo se forma la pirámide y les decimos que rellenen las casillas en blanco.
Lo que quiero decir es que los niños ya resuelven ecuaciones antes de que las nombremos así.

También sería el caso de los sudokus o simplemente cuando les presentamos una igualdad en la que falta un término y tiene que averiguar cuál es.

Resumiendo, que B lleva bastante tiempo solucionando ejercicios tipo ecuaciones pero con huecos en blanco donde tiene que averiguar qué números faltan. Todo esto se le da bien.
Pero cuando hace unos días le presenté unos ejercicios donde aparecían las X me dijo muy convencido que eso era muy difícil y él no sabía hacerlo.

Que de repente aparezcan letras en medio de las operaciones aritméticas puede liar a los niños y darles la impresión de que aquello es muy complicado aunque sea algo que realmente ya saben hacer.

Lo que he hecho es buscarle actividades donde las ecuaciones aparezcan de una forma más atractiva, con colores o con situaciones que llamen la atención.
Se puede empezar con fichas de este tipo (que se parecen más a un juego y no da tanto repelús como las típicas ecuaciones llenas de X):

Fuente

Y se puede buscar la forma de hacerlo más manipulativo.
B estuvo resolviendo igualdades con las regletas del 1.


Saqué para él otras actividades de Actiludis, desde el enfoque del método abn, que le gustaron más que las típicas de los libros más clásicos (actividad 1, actividad 2, actividad 3). De la última sólo comprobamos si los pasos eran correctos o no.

En el blog de Marvan se puede descargar una balanza algebraica (o báscula) que también puede ser muy útil para hacerlo en plan juego.

Buscando por internet, sobretodo en inglés, se pueden encontrar propuestas de juegos de mesa. Pero como tampoco es un tema que a B le esté entusiasmando mucho, no nos vamos a entretener más con esto.


25 de enero de 2018

Quiero que estés conmigo


En los últimos días hubo un asunto que estuvo dando vueltas dentro de mi cabeza: ¿uno de mis objetivos es que mi hijo sea capaz de hacer sus actividades solo?

Hacemos muchos tipos de actividades juntos. Y digo juntos porque realmente es un proceso en equipo.
Casi siempre hablo en plural cuando digo hacemos, vemos, estudiamos, miramos, leemos, aprendemos...
Este acto de pluralizar es por dos motivos. Realmente yo estoy aprendiendo junto a mi hijo.
Desde que empezamos con esta aventura del aprendizaje en familia yo he tenido que poner sobre la mesa cosas que ya sabía, pero reinventándolas en la forma de presentarlas a mi hijo para hacer el aprendizaje más atractivo y motivador, me he puesto al día en cosas que una vez estudié y olvidé, he tenido que aprender cosas nuevas para poder acompañarle en su proceso; he leído libros y blogs, he mirado vídeos, he hecho cursos y me he vuelto una experta en buscar la información que él va necesitando. Sin duda todo esto me ha enriquecido, si no fuera por ello no habría aprendido muchas de las cosas de los últimos años.

Pero cuando hablo de "nosotros" me refiero también a algo más. A ese acompañamiento que es una parte más de la crianza y la maternidad. Porque la crianza no se acaba a los 6 años, para mí no.
Es el caminar juntos. Son los momentos compartidos y estar presente ante sus logros.

Decía que hay muchos tipos de actividades en nuestra casa y cuando a él le ha tocado completar una tarea de algo ya adquirido yo he querido aprovechar para "escapar".
No estaba presente del todo. Estaba mi cuerpo, pero mi mente pensaba en todas las cosas que tenía que hacer por la casa y a ver si me podía marchar unos minutos para hacer esto o aquello.
Cuando volvía me encontraba con que B casi no había avanzado y eso me enfadaba.
No entendía por qué tenía que quedarme pegada a él, por qué no podía avanzar en cosas que ya sabe hacer si yo no estaba al lado.
¿Y si estaba creando un niño dependiente? ¿Que pasaría si algún día yo no estaba? ¿Y si yo, sin querer, le estaba perjudicando en su autonomía?

Se lo pregunté un día, a modo de reproche, ¿es que no puedes hacer esta actividad, que ya sabes hacerla, si yo no estoy al lado?
Y su respuesta fue muy clara: Es que quiero que estés conmigo.

Esta frase tan simple me hizo comprender.
Yo estaba fallando como parte del equipo. Estaba pensando en otras cosas en un tiempo que debería ser en exclusiva para seguir aprendiendo juntos, para acompañar, para mirarle mientras él hace algo si eso es lo que necesita.

Ayer estuve leyendo un post titulado No enseñes en casa si quieres que los niños trabajen solos y le dio forma a muchas de las cosas que yo llevaba días modelando en mi cabeza.
Mi hijo me ha dado a entender que necesita que yo le mire, sentirme al lado, no quedarse solo, tenerme disponible para preguntarme, para darle seguridad, para mostrame lo que hace.
Y ni mucho menos eso le convierte en un niño dependiente, aunque llegué a planteármelo, porque hay momentos del día en que se va a su habitación, solo, diciéndome que va a trabajar. Y entonces, sin necesidad de mí, se mete de lleno en sus proyectos y es capaz de hacer cosas que me dejan asombrada.


24 de enero de 2018

El viento y el sol

Comprobando la dirección del viento

Para aprender sobre el viento basta con salir a la calle, lo mismo podemos decir del sol. Aunque también hicimos muchas cosas dentro de casa.

Continuamos con otra parte del lapbook que ya había imprimido para los temas anteriores y leímos otro de los estupendos cuentos de Meteoeduca: El viento, el gran señor invisible.
De este cuento sacamos la información para completar la rosa de los vientos (un dibujo para colorear, se pueden encontrar muchos en internet) poniendo de qué lugar procede cada viento y qué tiempo trae.


Como el viento tiene mucha relación con el sol, lo vimos a continuación.
Los audiovisuales de este apartado han sido:

Observando los cambios en la luz del sol


23 de enero de 2018

Lectómetro


Este lectómetro lo he sacado de Lapicero Mágico, si buscáis por ese blog podréis encontrar también otros modelos.
He imprimido sólo una página y véis que no hemos recortado nada. Está dentro de una funda transparente y sujeto por una chincheta. B lo ha decorado.

La idea es ir coloreando uno de los libros que van dentro del cohete por cada libro que B lea.
En nuestro caso no es una competición entre niños para ver quién lee más. Mi hijo no va a compararse con ningún otro niño. Es sólo un elemento para motivarle en sus lecturas diarias.

Cada día tiene que contarme un pequeño resumen de lo que haya leído y también al final del libro para comprobar que hay comprensión de la lectura.
Pero nada de fichas escritas con título, autor, editorial, año, tipo de narración... Prefiero que la lectura sea un placer.
Yo no relleno fichas cuando leo un libro, ¿por qué voy a presionarle a él para que lo haga?

Voy a comenzar el registro de libros leídos, pero eso lo voy a hacer yo y lo incluiré en mi archivo.


21 de enero de 2018

Reto de escritura: Inventa cuentos

Entre las actividades de escritura de B procuro que haya alguna de redacción con la que trabajar la expresión y la imaginación/creatividad.
Después de ver este vídeo se me ocurrió el reto de inventar cuentos.

B es un niño con mucha imaginación pero que necesita una ayudita cuando tiene que enfocarla en alguna tarea dirigida porque lo primero que le sale es "no se me ocurre nada".
Por eso darle varios puntos de inicio le facilita las cosas, en vez de dejarle elegir entre miles de posibilidades.

Los dados que salen en el vídeo me parecieron estupendos y adapté la idea a unas tarjetas troqueladas que teníamos en casa esperando darles algún uso.


Tenemos tres grupos de tarjetas: lugares, personajes y objetos.

Con los ojos cerrados, B elige una tarjeta de cada grupo (o varias si quiere) y tiene que inventar una historia que contenga esos elementos. Puede incluir otros personajes, lugares o cosas si quiere, aunque no estén en las tarjetas.

No hay una cantidad de texto fija a escribir, pero al menos tiene que haber un comienzo, una presentación de la situación, algo que ocurre y un final.
En un cuaderno de notas va escribiendo ideas. Como no es obligatorio escribir el cuento ese mismo día, el cuaderno queda sobre la mesa por si llega la inspiración y hay que correr a anotar algo antes de que se olvide.

El día que toca escribir el cuento, tiene que poner en orden las ideas anotadas y redactar dando un sentido a la historia.
Lo que me interesa de esta actividad es que sepa transmitir lo que quiere decir, construyendo las frases y ordenando el texto de tal forma que quien lo lea pueda seguir la historia sin problemas.


20 de enero de 2018

Calendario hijri


Hace más de un año enseñé el calendario que teníamos en casa entonces (aquí) y expliqué en qué consistía y por qué lo usábamos así.
Finalicé aquella entrada con esta frase: También es interesante que los niños sepan que no sólo hay un calendario, que otras personas cuentan su tiempo de otra manera, que son otros sucesos los que marcaron su año 1.

A día de hoy, seguimos manejando los dos calendarios, aunque dejándonos llevar hemos llegado a un punto en que el calendario gregoriano es el principal para nosotros. Por un lado es normal ya que así se rige el mundo en el que vivimos. Pero no queremos ni debemos olvidarnos del calendario hijri (también llamado islámico o musulmán) que marca nuestros acontecimientos más importantes cada año y que tiene un significado muy especial para nosotros como musulmanes.

El taco de hojas que se puede ver en la otra entrada resultó ser poco práctico en cierta manera porque nuestros meses son lunares y, según la fase de la luna, pueden tener 29 o 30 días. El calendario está fabricado con 30 días en cada mes porque realmente hasta la última noche no podemos estar seguros de si ese mes en concreto tendrá un día menos o no, no se puede saber con antelación. Esto quiere decir que habrá meses en los que sobre una hoja. Y como la misma hoja contiene también el calendario gregoriano, pues ya queda todo descuadrado.

Buscando una manera simple de tener presente las dos fechas, sobretodo pensando en mi hijo, se me ocurrió esto.

No quiero una rutina diaria de estar poniendo cada mañana qué día es hoy porque sé por experiencia que empezamos con ganas estas cosas y al tiempo quedan abandonadas. Prefiero algo que no nos cause aburrimiento ni obligaciones innecesarias.

Tenemos una aplicación en el móvil que nos avisa cada día de las horas de rezar y que nos dice la fecha del calendario hijri. Por eso no tenemos necesidad de estar colocando cada día las etiquetas del número en el corcho.
Pero sí quiero que mi hijo tenga presente en qué mes y en qué año estamos. Cambiar una tarjeta una vez al mes y la otra una vez al año no cuesta tanto.

Como cada vez voy haciendo las actividades más simples (de eso ya escribiré otro día) he pasado de imprimir las muchas ideas vistas en internet y me he decidido por una sencilla hoja de goma eva que he recortado en rectángulos en los que yo misma he escrito los nombres de los meses con rotulador.
El mes y el año están sujetos en una parte del tablón de corcho y los iremos cambiando cuando llegue el momento.

Falta un punto en una letra, ya está corregido.



19 de enero de 2018

The Story of Dr. Dolittle


Retomamos hace semanas las series de vídeos de Little Fox, pero B quiso volver a ver The Wind in the Willows, que ya habíamos visto hace un año y nos había gustado mucho.
Una vez terminada nos situamos otra vez en el nivel 4 (estas series van clasificadas por niveles de dificultad en el idioma) y nos pusimos con The Story of Dr. Dolittle.

Bueno, a mí como historia me ha dejado un poco indiferente. No está mal (porque si no la habríamos dejado, ya lo hemos hecho otras veces), pero no creo que B pida volver a verla dentro de un tiempo como otras que sí apetece repetir con ellas.
A su favor tengo que mencionar el amor del protagonista hacia los animales, un valor que está presente durante toda la historia y que es importante transmitir a niños y mayores.
Y como el punto más importante es escuchar en inglés y tratar de entender lo que se dice, por esa parte podemos decir ¡objetivo cumplido!

 


18 de enero de 2018

Los animales en el Corán


Dedicamos varios ratos a la semana al aprendizaje de la religión. Aparte de la lectura del Corán y los libritos de la vida de los profetas (la paz sea con ellos), no seguimos ningún libro en concreto tipo libro de texto. Vamos usando parte de la gran cantidad de material que se puede encontrar por internet en varios idiomas y otras cosas que preparo yo.

B ha comenzado a elaborar un mini-libro de los animales mencionados en el Corán a partir de unos dibujos que estoy descargando de Hablamos Islam Niños
En cada lámina se explica en qué parte del Corán aparece ese animal y por qué (si es un ejemplo para que entendamos mejor algo, si interviene en alguna historia, si es beneficioso para nosotros, etc.).


Las actividades que B hace a partir de cada ilustración son:
. Colorear algo (él decide si quiere colorear todo, una parte o sólo el nombre del animal, pero al menos que haya algo de color).
. Clasificar cada animal según los tipos que ya aprendió en los dos años anteriores.
. Leer las ayas (versículos) del Corán que se mencionan, en español y en árabe.
. Escribirlas en español y en árabe (de momento no nos hemos encontrado con una cantidad de texto demasiado grande, es algo que puede hacer fácilmente).
. Memorizarlas en árabe.

No hace todo esto seguido, claro. Cada animal dura el tiempo que sea necesario. Dedica un rato cada día y no es todos los días. Así es que no hay fecha límite para terminar el librito, tampoco para terminar cada animal.
Al final, Insha Allah, uniremos todo con grapas o anillas de archivar y así tendrá listo su mini-libro.




17 de enero de 2018

Introduzco los dictados en inglés


Tenemos como rutina ver/escuchar vídeos en inglés y en francés, un idioma a continuación del otro.
Un par de días a la semana B hace actividades de comprensión escrita y gramática. Nos quedaba profundizar en más aspectos y con estos dictados, que hace una vez a la semana, vamos completando el asunto.
Todavía tengo pendiente el tema de conversaciones.

Esta página tiene dictados que van avanzando poco a poco en dificultad.
En la pantalla aparece el texto y un audio.
Lo primero que hago es ponerle a B el audio completo y a continuación él examina el texto durante un momento para prepararse su dictado, se fija bien si hay alguna palabra que no conoce.
Después yo giro el ordenador para que no vea y le pongo el audio frase a frase. Tenemos que ir dándole a pausa nosotras para parar porque si no va todo seguido, pero no es complicado.
Escucha una frase completa (no son muy largas) y la escribe.
Al final él mismo vuelve a mirar el texto para ver si ha cometido algún error.

Es una actividad que no dura mucho, pero creo que es fundamental cuando se aprende un idioma el esfuerzo por escuchar, entender bien y saber cómo se escribe. Sobretodo en los idiomas en que se escribe de una forma y se pronuncia de otra.
Si nosotras no tenemos una pronunciación muy buena (y esto para mí es muy importante), este tipo de páginas son de mucha ayuda.


16 de enero de 2018

¿Consejos para mejorar la letra? ¡Sólo uno!


La reflexión de hoy está centrada exclusivamente en mi hijo y nuestra experiencia con su proceso de escritura. Para otros niños puede ser diferente y dejo mi pensamiento aquí por si le es útil a alguien.

B comenzó a escribir primero las letras mayúsculas y después las minúsculas. Al principio eran letras sueltas, luego fueron sílabas y por último palabras, frases, etc. Como la mayoría del material era hecho por mí, él tendía a imitar mi letra y yo procuraba, cuando él estaba empezando, emplear letras que creía que eran más sencillas para un niño pequeño.

Mi hijo cogía el lápiz "correctamente", haciendo la pinza que todas conocemos, pero en algún momento que yo no recuerdo cambió su forma de sujetarlo (no sé muy bien cómo explicarlo sin foto, como cuando cogemos el tenedor).
Tampoco me fijé mucho en ese cambio porque yo veía que avanzaba bien en la escritura y eso era lo que me importaba.

En su etapa escolar presencial, mi hijo no tenía buena letra.
Su letra parecía forzada, escrita con poca habilidad, fea...
Le obligaban a escribir en cuadernos milimetrados, con toda la hoja llena de esos cuadraditos diminutos en los cuales tenía que ir colocando las letras siguiendo una proporción exacta (algunas letras tenían que llegar hasta un punto hacia arriba, otras un poco más alto...). Había veces que tenía que escribir en hojas en blanco y él, sin renglones, no era capaz de escribir las líneas derechas.
Le obligaban también a usar un determinado tipo de letra, ligada, con un estilo muy concreto que a él no se le daba bien.
Incluso los números tenía que escribirlos de una determinada forma.
Tuvo que aprender a escribir otra vez.
También era obligatorio el utensilio de escritura, no se podía elegir.
Y, por supuesto, estaba obligado a coger la pluma (que también fue obligatoria una temporada, con los consiguientes borrones de tinta en la hoja y manchas en mano y ropa) de la forma "correcta", una manera que para él ya no era fácil y le costaba.

Cuando comenzamos con el aprendizaje en casa yo le dije que podía hacer cambios en la forma de escribir, le animé a intentarlo de otra forma que se le diera mejor. Pero él lo tenía interiorizado ya y, a pesar de que no le gustaba, estaba bloqueado y era incapaz de intentar cambiar nada. 
Nos llevó tiempo que él se diese cuenta de la libertad que ahora tenía.

Todo esto me ha venido por un artículo que estuve leyendo con consejos para que los niños mejoren su letra.
Se habla de la buena postura, de la correcta sujección del boli, de los ejercicios de caligrafía, de borrar y repetir hasta que salga bien... De todos los consejos que se dan, desde mi experiencia me quedo básicamente con dejar que elijan el objeto para escribir que les resulte más cómodo y la pauta (el tipo de línea o cuadrícula) que mejor les ayude.

La letra de mi hijo mejoró haciendo una sola cosa: dejarle elegir.

Después de que B se concienció de que tenía libertad a la hora de escribir, comenzaron las decisiones, los cambios y las mejoras.
Decidió qué tipo de letra quería usar y si quería ligarla o no.
Volvió de nuevo a escribir con lápiz (no sé por qué, pero con ellos escribe con más soltura) y usa bolis y rotuladores para títulos y cosas más concretas. 
Escribe en cuadernos de una línea o dos (nada de milimetrados).
Puede sujetar el lápiz como quiera.

Yo sólo le pido unas cosas muy básicas: 
Que su letra sea limpia, clara y legible.
Que procure una buena presentación en los cuadernos. Nada de borrones y tachones porque para eso escribe casi siempre a lápiz y se puede borrar y corregir si se equivoca.
Que cumpla con las normas más básicas de ortografía que él ya conoce.

Si queréis compartir vuestras experiencias con los procesos de escritura de vuestos hijos, podéis contarme en los comentarios.


15 de enero de 2018

Colección de libros de Eleonora Barsotti


Los últimos libros que he comprado pertenecen a una colección que se llama "El mundo de...". Son de Eleonora Barsotti y están editados por Edimat Libros.
La colección está formada por cuatro libros, de los cuales sólo tenemos tres de momento: Cuerpo Humano, Naturaleza y Ecología y Vida en el Mar (nos falta Pueblos del Mundo).

Me gustan mucho.
Todo está contado de una manera concreta, sencilla e interesante. Cada página contiene preciosas ilustraciones, dibujos explicativos y esquemas con bonitos colores que hacen que sea muy agradable de mirar y leer.
Son un buen apoyo para los temas de ciencias que tenemos en proyecto y muy inspiradores para que B siga decorando su cuaderno.

¿Alguien más los tiene?




14 de enero de 2018

Cada prefijo en su sitio


Buscando alguna actividad tipo juego para reforzar el tema de los prefijos, encontré en internet una imagen repetida varias veces con los prefijos en inglés.
Se trataba de unas cartulinas con listados de palabras y unas pinzas de madera con los prefijos escritos en ellas. La tarea consistía en enganchar cada pinza delante de la palabra correcta.

Me gustó la propuesta y, pensando como adaptarla con cosas que tuviera en casa para no tener que comprar nada nuevo, se me ocurrió esto.
Con goma eva hice unas etiquetas con los prefijos que B está manejando estos días en sus fichas de lengua y con el mismo material preparé unas tarjetas más grandes con listas de palabras.

La actividad consiste en poner cada prefijo delante de la palabra correspondiente. El material está preparado para que todos los prefijos tengan que ser usados en cada lista de palabras y B tiene el diccionario cerca por si duda entre algunos y tiene que buscar.

Es fácil y rápido de preparar y tiene la ventaja de que se puede ir ampliando con el tiempo.
A mi hijo le ha gustado mucho, sobretodo porque no ha necesitado estar sentado para hacerlo.





13 de enero de 2018

Baraja de los verbos irregulares


Compré esta baraja de cartas el otro día en un bazar.
Contiene 30 verbos irregulares en inglés, con su conjugación, su traducción y una imagen.
Los verbos irregulares, al no seguir ningún patrón, no queda otra que retenerlos (o bien haciendo muchas actividades con ellos o bien memorizando).
Estas cartas se prestán muy bien a usarlas como flashcards.
Otra cosa que he pensado, después de haber trabajado con ellas antes, es escribir por detrás el infinitivo del verbo en inglés o su traducción (aun no lo he decidido) y presentar las cartas al revés, ir eligiendo y recordar las tres formas verbales correspondientes, luego se puede dar la vuelta a la carta para saber si hemos acertado o no.

Vi una cosa interesante cuando compraba las cartas.
En el estante había muchas clases de barajas infantiles, algunas eran las típicas de personajes para jugar a hacer parejas o completar familias, pero había otras del tipo de las que enseño, con temas diferentes: multiplicaciones, divisiones, vocabulario en inglés, etc.  Y pensé que son muy prácticas para ahorrarnos en impresión. A veces preparamos e imprimimos tarjetas para actividades y resulta que algunas de ellas ya están a la venta en formato carta, en un material resistente, en color, baratas y listas para usarlas en las tareas que se nos ocurran.
Creo que es un buen recurso a aprovechar.





12 de enero de 2018

Incluir el recuerdo de Allah en el aprendizaje de nuestros hijos


(Entrada publicada anteriormente en mi otro blog)

Hace tiempo escribí sobre la importancia de reflexionar acerca de la Creación de Allah y cómo esto se considera un acto de adoración (aquí).
Hoy escribo sobre la importancia de transmitir esto a nuestros hijos.

Cada día mi hijo y yo aprendemos juntos sobre multitud de cosas. 
Su padre y yo somos los principales responsables de su educación y sobre ello tendremos que rendir cuentas.
Tengo por costumbre mencionar a Allah siempre que hay ocasión, en cada tema estudiado y en cada actividad educativa que le propongo.
En los libros de texto no se suele mencionar a Dios, así es que soy yo la que me conciencio de ello para tenerlo presente y no dejarlo pasar. Mi hijo debe saber que es Allah Quien ha creado todo. Cada vez que en su material de aprendizaje se dice "gracias al viento ocurre tal cosa...", "gracias al sol...", "gracias a la naturaleza...", "gracias a la vida...", yo puntualizo y él repite conmigo "GRACIAS A ALLAH".
 
Sobretodo en los temas de ciencias, es donde encontramos más ocasiones para maravillarnos sobre el mundo y su funcionamiento. Todas esas leyes que llaman de la naturaleza están dictadas por Allah, el Altísimo.
Por esto tengo la costumbre de incluir en los trabajos de mi hijo varias ayas del Corán donde se mencionan los temas que estemos estudiando en ese momento: la lluvia, el movimiento de los animales, las plantas, el universo...
Para nosotros, el Islam y el conocimiento del mundo van unidos y no nos avergonzamos de afirmar que existe un Creador cuya Obra nos sobrepasa ya que nuestra comprensión es limitada. Al contrario, nos enorgullecemos de ello y está entre mis labores más importantes transmitirlo así a mi hijo.
Pasear por la vida observando todo lo que hay a nuestro alrededor, lo más grande y lo más pequeño, lo cotidiano y lo extraordinario, y recordar a Allah y Su Grandeza en cada cosa que vemos. Eso es de lo mejor que podemos enseñar a nuestros hijos.

11 de enero de 2018

Siete días de números romanos

Hemos estado siete días recordando los números romanos y aprendiendo alguna cosa nueva sobre ellos, como la regla de la multiplicación (que aparece en una de nuestras páginas de matemáticas).
He procurado presentar actividades variadas y entretenidas.

Hemos sacado otra vez las tarjetas de números romanos. Con ellas es más divertido resolver las preguntas del robot...


No recuerdo dónde encontré la actividad del robot, pero si buscáis en internet por free printables roman numerals encontraréis esto y más.

De Actiludis saqué un puzzle de recortar y pegar y un reto de acertijos que nos ha gustado mucho (aunque algunos eran difíciles...). En el enlace salen todas sus actividades sobre números romanos.


Moviendo uno de los palitos podremos hacer verdadera la igualdad.

Con las tarjetas de descomposición de números B estuvo haciendo equivalencias en uno y otro sentido.


Y retomamos también la frutería para jugar a las tiendas como si fuésemos romanos. Como no tenemos monedas, usamos las mismas tarjetitas azules para pagar y adaptamos los precios de nuestros cartelitos para que nos cuadraran las operaciones.


Han sido unos días de juego-aprendizaje que han dado para mucho. Sin duda, merece la pena buscar y preparar propuestas de este tipo.


10 de enero de 2018

Nubes, precipitaciones y tormentas


Pasan los días y B sigue aprendiendo, mirando vídeos y rellenando de contenido su cuaderno sobre el mundo.

Además del libro que seguimos para estos temas (aquí), hemos estado leyendo dos cuentos de Meteoeduca: Los meteoros y Las tormentas.
Cada vez me gustan más estos cuentos (ya leímos el de la atmósfera), narrados al estilo de los libros vivos y con los que se aprende mucho y de una forma muy agradable.

Audiovisuales de estos apartados:

En el cuaderno se mezclan apuntes, dibujos, partes del Weather Words Lapbook y he añadido varias ayas del Corán que mencionan algunas de las cosas que hemos aprendido (solemos reflexionar sobre la Creación siempre que hay oportunidad y estos temas de ciencias son una perfecta ocasión para ello).



Los elementos del lapbook son solapas y desplegables en los que B ha escrito información y definiciones.


Hemos incluído también una hoja de recomendaciones sobre cómo actuar en caso de tormenta, imprimida de uno de los cuentos de Meteoeduca.



 



8 de enero de 2018

El archivo va tomando forma

Aquí contaba que había empezado a usar un archivador para organizar y registrar el aprendizaje en casa de mi hijo.
Hoy quiero enseñar cómo va quedando y de qué manera voy guardando todo.

Al contrario que otros años, estoy ordenando todo por meses.
Antes cada carpeta incluía todos los trabajos de mi hijo, uno detrás de otro, de una manera global.
Ahora la carpeta tiene separadores que indican el comienzo de cada mes.

Dentro de cada mes hay:
Los objetivos de aprendizaje sobre materias, temas, etc.


Registro de audiovisuales del mes, con la dirección por si alguna vez queremos verlos de nuevo.


El horario semanal de actividades para que en un golpe de vista se vea todo lo hecho en cada semana.
No programo toda la semana de una vez, sino que voy rellenando por días.
Nosotros tenemos tareas de domingo a jueves (viernes y sábado de descanso) y los días que por algún motivo no hacemos nada programado también los señalo.


Algunas de las entradas que escribo en el blog también van al archivador, aunque sólo las que veo que viene al caso guardarlas. Las paso a pdf y algunas veces quito antes fotos o parrafos, si lo creo oportuno, otras veces las dejo completas.
También las guardo por meses.


Y, por supuesto, parte de las actividades de mi hijo (muchos de sus trabajos están en libros o cuadernos que guardo aparte).


Más adelante, seguramente añada algún registro de libros leídos y otras cosas que se me vayan ocurriendo.

Si queréis usar estas plantillas, podéis descargarlas desde aquí.


7 de enero de 2018

Escuchamos los cuentos de Père Castor


Hemos cogido la rutina de escuchar cada día historias en diferentes idiomas, además de practicar lectura y vocabulario en días alternos.
Para francés, he encontrado los cuentos de Père Castor que nos están gustando mucho. Son historias cortas y vemos tres o cuatro seguidas.
En el enlace se puede acceder a una de ellas y en Youtube encontraréis muchas más. 
Si os gustan los cuentos de estilo clásico, lo recomendamos.




4 de enero de 2018

Copos de nieve con regletas


Una vez terminado el tema de la nieve, se me ocurrió que podía ser una buena idea hacer alguna manualidad relacionada porque los copos de nieve tienen formas realmente preciosas.
Hacer copos de nieve de papel es una actividad muy vistosa y hay muchas ideas si buscamos por internet. Pero no es una tarea de las que pueden entusiasmar a mi hijo, le conozco, lo hubiera hecho si yo se lo pido y, sin ser un interés suyo, los papeles habrían quedado dando vueltas por la habitación hasta terminar algún día en la basura.

Por eso pensé después que simular los copos de nieve de otra forma sería mejor idea. Y mucho más práctico en este caso si era algo de hacer y recoger después.
Para recuerdo ya nos quedamos con las fotos. 

Le presenté dos imágenes encontradas en internet y la actividad consistía en representarlas con regletas de la forma más parecida posible.
El resultado fue bonito.
Es una actividad, además, para trabajar la paciencia, la concentración y la motricidad fina.





2 de enero de 2018

Me llamo Paz


Alternamos la lectura individual con lectura en voz alta por mí.
Este es el último libro que ha leído B.
Me llamo Paz está escrito por Anna Obiols y editado por edebé.
Es un cuento que no está situado en un sitio concreto y que podría ser en cualquier lugar.
Es una historia triste contada de una forma bella.
Es un drama con un mensaje de esperanza.
Es la guerra vista a través de los ojos de una niña.


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