4 de diciembre de 2017

Experimento: Simulamos un terremoto

Enlazamos unas cosas con otras... Comenzamos aprendiendo sobre la formación de las montañas, de ahí pasamos al movimiento de las placas tectónicas y eso nos llevó, entre otras cosas, a los terremotos.

Para ver el efecto que un terremoto tiene en los edificios cercanos, simulamos uno en nuestra mesa de comedor.


Las regletas eran los edificios con los que formular las hipotesis sobre si caerían antes los más altos o los más bajos y también ver que los más cercanos al epicentro eran los más afectados.
Con el martillo provocamos las ondas sísmicas y los agarradores de tela nos sirvieron para golpear sobre ellos y no romper la mesa a martillazos.

Mi primera idea era golpear por debajo de la mesa para simular el hipocentro y ver cómo se proyectaba en la superficie. Pero no nos salió, no ocurría nada. Así es que directamente lo hicimos sobre la mesa.
Colocamos las regletas de diferentes tamaños alrededor del punto donde íbamos a golpear, unas más cerca y otras más lejos, y comenzamos.

Tengo que decir que a pesar de los agarradores, tenía miedo de dañar la mesa y no golpeamos demasiado fuerte, esto hizo que ninguna regleta llegase a caer del todo, pero muy claramente las vimos moverse y sacar conclusiones.

Como ya sabíamos, cuanto más cerca del epicentro más afectados se veían los edificios.
Y comprobamos también que los edificios más altos se movían mucho más que los bajos. Claro, hay que tener en cuenta otros factores como la calidad de la construcción o los materiales con que están hechos. No hay que generalizar diciendo simplemente que los edificios más altos se caerán antes. Pero en nuestro caso la diferencia de la altura marcó las conclusiones del experimento.





2 comentarios:

  1. ¡Qué buena idea! Es simple de hacer y muy ilustrativa.
    ¡Gracias por compartir!

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    Respuestas
    1. Ya ves, más sencillo imposible.
      Además creo que puede tener mucho éxito con los niños, todos querrán dar martillazos, jeje

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