2 de diciembre de 2017

Sin manual de instrucciones

Creo que ya habéis oído hablar de los juegos o juguetes desestructurados:
Son materiales que no están especialmente pensados para jugar (aunque a veces sí), pero que ofrecen muchas posibilidades para el juego espontáneo y la investigación por propia iniciativa de los niños. Normalmente suelen ser objetos de la naturaleza como palos, piñas, hojas... Otras veces pueden ser objetos que hay en casa: tapones, pinzas, cajas. Y también pueden ser juguetes de los que venden en las tiendas, pero que no tienen objetivos concretos o instrucciones estrictas, sino que se prestan a ser usados de muchas formas diferentes, el límite es la imaginación de cada niño.

A veces encuentro juguetes que sí están pensados para ser usados de una determinada manera, pero que echándole un poco de creatividad (y presentándolos fuera de su envase original) sí que podrían convertirse en desestructurados. Muchas veces, además, los veo en bazares, lo que quiere decir bastante baratos (aunque en ocasiones tengamos que renunciar a los materiales naturales).

Eso me pasó con este juguete al que le vi muchas posibilidades:


Es un conjunto de tubos transparentes con uniones y codos de colores que se encajan unos en otros.
Originalmente está pensado para construir pajitas de bebida, pero se presta muy bien para inventar otro tipo de construcciones.

El caso es que B lo vio sin abrir, tal cual sale en la foto de arriba, y no había manera de convencerle de que servía para más cosas. Su único empeño era hacer el mismo ejemplo que se veía en el cartón.


Mi intención era que usara su imaginación para construir otras cosas, o incluso lo mismo pero sin seguir unas instrucciones del fabricante. Así es que tiré el envase y nos quedamos sólo con los tubos.
Ahora sí que es capaz de inventarse cosas. Y será muy interesante también hacer circuítos de agua.


¿También os gusta buscar otros usos a los juguetes y materiales que venden en las tiendas?



2 comentarios:

  1. ¡Es muy chulo! Tiene un montón de posibilidades, a mí no se me hubiera ocurrido comprarlo pero ahora que veo todas las cosas que ha hecho B me ha encantado.

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    1. Me costó alrededor de un euro, tampoco tenía mucho que perder, jeje.
      A mí me suele pasar que me entusiasmo con cosas que luego a mi hijo no le llaman la atención, pero lo que más le gusta de este es poder usarlo con agua.

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