La velocidad lectora se mide en ppm (palabras por minuto) y se cuantifica mediante una prueba que consiste en leer un texto lo más rápido posible y después contestar a unas preguntas relacionadas para valorar si además de velocidad ha habido comprensión.
Hace poco buscaba artículos sobre las pruebas de velocidad lectora en niños de primaria.
Reconozco que mi motivación interior era encontrar alguna opinión en contra de dichas pruebas. Pero no la encontré.
No es que yo piense que leer rápido es algo malo, yo misma leo rápido. Aunque no sé cuál es mi ppm porque nunca hice una de esas pruebas. Tampoco B las ha hecho nunca.
Se supone que hay una relación entre la velocidad lectora y la capacidad de comprensión, esto es lo que he sacado en claro de todos los artículos. Ningún artículo en contra. Lo más que pude leer, y sólo en uno de ellos, es que no hay ningún estudio que confirme esa relación.
Parece ser también que una baja puntuación en esas pruebas puede ser un indicador de que exista algún problema detrás que pudiera ser necesario tratar.
Lo que no termino de ver claro es esa obsesión por fomentar la velocidad lectora, por hacer una carrera, por competir.
Decía antes que yo leo rápido, pero no es algo que yo haga a propósito. Me sale así.
Sentí pena al ver algunas fotos con una línea y sobre ella los nombres de los niños a la vista de todos. Los más avanzados, los más rápidos, con su correspondiente carita sonriente. Y los más lentos con su carita triste.
Un niño que lee despacio puede que todavía no sepa leer bien o puede, como sugieren los artículos, que tenga algún problema visual o de comprensión lectora. ¿Entonces a qué viene colocarle la carita triste (sustituta de "lo estás haciendo mal)?
¿A alguien se le ocurriría adjudicarle una cara triste a un niño ciego porque ve peor que los otros?
Es igual de absurdo.
Luego viene la pregunta de para qué sirve leer rápido, cuál es el objetivo final de fomentar esa habilidad.
Y la única respuesta que he encontrado es para terminar antes y poder hacer otras cosas...
- Buenos días - dijo el principito.
- Buenos días - dijo el vendedor.
Era un vendedor de píldoras perfeccionadas que calman la sed. Se toma una por semana y no se siente más la necesidad de beber.
- ¿Por qué vendes eso? - dijo el principito.
- Es una gran economía de tiempo - dijo el vendedor. - Los expertos han hecho cálculos. Se ahorran cincuenta y tres minutos por semana.
- ¿Y qué se hace con esos cincuenta y tres minutos?
- Se hace lo que se quiere...
- Yo - se dijo el principito - si tuviera cincuenta y tres minutos para gastar, caminaría lentamente hacia una fuente...
El Principito (Antoine de Saint-Exupéry)
Yo también me he preguntado a veces para que sirven esas pruebas. En el colegio de mis hijos las hacen en la clase de la niña, en la clase del niño no. Según mi opinión lo importante de una lectura es comprenderla y disfrutarla lo demás da un poco lo mismo. Es cierto que si lees más rápido tienes más tiempo para leer más libros pero lo de poner una carita triste por eso...me da una pena...
ResponderEliminarYo creo que leer más rápido para poder leer otros libros o para poder hacer otras cosas después está bien si te sale así o tú misma crees que es algo útil.
EliminarLo que no termino de entender es que sean otros los que deciden que eso es bueno para ti y además que se fomente la competitividad entre los niños por ello.
Al final parece que todo se hace por ser mejores que otros.
Un beso.