5 de diciembre de 2015

Notebook, libro de anotaciones, cuaderno de apuntes...

Pronto terminarán estos días de descanso para mi hijo y comenzaremos con el segundo trimestre, para el que ya hay varios proyectos a la vista.
Estoy encantada con la forma de trabajar este curso, que además nos permite tener cierta flexibilidad para cambiar sobre la marcha lo que haga falta.

Estamos aun a medias con el proyecto de los animales vertebrados.
Por cada bloque temático, mi hijo estudia en su libro de texto y después hace actividades relacionadas. Todo lo aprendido lo va recogiendo en un lapbook.
Al pricipio, la idea era que cada grupo animal tuviese una zona del lapbook que incluyera, entre otras cosas, un mini-libro con las características de cada uno. Pero he decidio cambiarlo después de darme cuenta de que el aprovechamiento didáctico va a ser mayor si tiene a la vista toda esa información junta para poder hacer comparaciones. Por eso, ahora la parte central del lapbook va a ser un simple folio (sin sobres, ni solapas) con cinco cuadros en los que va escribiendo las características de cada grupo, al estar todo junto y a la vista, podrá encontrar con facilidad las semejanzas y diferencias entre grupos de animales.

Os cuento todo esto porque, a raíz de ese cambio en el lapbook y ese folio central, me he dado cuenta de que mi niño se involucra en la elaboración de los lapbooks y se emociona abriendo y cerrando cada cosa que hay dentro. Pero después, como material educativo para estudiar, ya no le llama tanto la atención eso de abrir sobrecitos o solapas y retiene mejor los conceptos cuando los tiene a la vista en hojas normales y lo único que tiene que hacer es mirar o leer.

Fuente

En esta entrada, Sylvia nos cuenta cómo su hijo fue dejando los lapbooks como método para plasmar sus proyectos y comenzó con el notebook.
Esta otra forma es la que quiero pobar con mi hijo, aunque quizá dependa mucho también del tema que se trabaje, si es más lúdico o más académico, por ejemplo, con más o menos contenido, etc.

Para entendernos entre nosotras, el notebook sería algo así como un cuaderno de anotaciones o apuntes. Pero nada que ver con aquellas clases universitarias en las que cogíamos apuntes como locas, a toda prisa, intentando recoger todas las palabras que iba diciendo el profesor de turno.
En este caso, se trata de que el niño plasme la información que va recogiendo de diferentes fuentes y quede a la vista, redactada y acompañada de lo que surja. De esta forma se convierte en algo personal y creativo porque no sólo tiene que haber texto, puede haber dibujos, esquemas, mapas, fotos, pegatinas... lo que cada uno quiera.
La diferencia con el lapbook sería que el formato es tipo cuaderno u hojas que se archivan y que todo está a la vista y "extendido" o desarrollado sobre tantas páginas como hagan falta.
A veces, incluso se puede añadir algún elemento en la hoja de los típicos del lapbook.
Las hojas, por su parte, pueden ser blancas, de colores, de líneas, de cuadros.... vacías, con formatos para rellenar, pre-diseñadas...
Si buscáis en internet, encontraréis muchos ejemplos, casi todo en inglés, incluso páginas ya listas para imprimir.


Mi hijo no está preparado ahora para redactar una página por su cuenta, pero como esto es creatividad pura y se puede hacer de mil formas, para él funciona mejor el sistema de textos para completar, preguntas y respuestas, o rellenar esquemas con conceptos que ya ha aprendido.
En este enlace podéis ver ejemplos con fotos de todo lo que os he contado. Y aquí también hay mucho para ver.

¿Vuestros hijos ya trabajan así?
¿Qué sistema os gusta más? ¿Lapbook o notebook?

8 comentarios:

  1. Yo creo que a tu hijo le pasa como a mí, nos funciona la memoria visual más que otra cosa. Es por ello que el lapbook no me va bien (a mí estudiando, me refiero) prefiero tener un folio o una cartulina y todo visualizado con colores, esquemas.
    Un beso!

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    1. Mi hijo es un niño de los que no paran quietos, jeje, esto quiere decir que como mejor aprende es tocando, manipulando, haciendo...
      Sin embargo, luego es un niño muy auditivo, retiene de maravilla todo lo que escucha. Por eso, por ejemplo, se le dan tan bien los idiomas hablados, es capaz de imitar cualquier sonido y eso hace que su pronunciación sea muy buena. Memoriza con muchísima facilidad lo que oye.
      Y a la hora de trabajar con las tareas escolares diarias, se desenvuelve mejor a la hora de buscar información si lo tiene todo a la vista y no tiene que andar levantando papelitos. Pero quizá es vaguería, jijiji, que también podría ser...

      Yo soy muy visual a la hora de estudiar. A él, en cambio, le veo como una mezcla de varias cosas.
      Lo bueno es poder probar diferentes formas y encontrar la que nos vaya mejor. Puede que incluso dependa de los temas.
      Besos

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  2. Nosotros también usamos bastante los lapbooks cuando Maxime y Alex eran pequeños.

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    1. ¿Y ya los habéis dejado?
      Por ejemplo con Maxime, que ya es un chico más mayor, ¿cómo suele organizarse ahora para hacer sus trabajos?

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  3. Hola. cualquiera de los dos métodos es válido aunque prefiero el notebook porque es como nuestras libretas de apuntes de la época de estudiantes. Lo positivo es que le añadimos ilustraciones resúmenes, destacados... seguimos en contacto

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    1. Sea lo que sea que usemos, lo importante es que los niños trabajen sobre ello para interiorizar contenidos. Podríamos quedarnos sólo en leer el libro de texto, pero estoy segura de que no es tan completo.

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  4. He entendido tus aclaraciones al respecto porque siempre me he perdido con esos términos de lap o notebook . Lo importante es que él encuentre en cada momento el método , la herramienta y el medio para estudiar y hacer sus trabajos que más le sea cómodo y eso no siempre es igual, es decir, puede variar ,puede gustarle los dos, o solo uno, o depende del contenido ,en fin, adaptarse a cada circunstancia es una cualidad más a desarrollar en este camino del aprendizaje.

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    1. Es que muchas veces nos perdemos en las palabras cuando lo esencial es la forma de hacer las cosas. Y muchas veces, ademas, podemos combinar de aquí y de allá hasta dar con la manera más cómoda de trabajar para el niño.
      Porque lo importante, y quizá en este punto fallamos, es que la forma elegida sea la que a los niños les gusta más o les va mejor, y no la que nos gusta más a nosotras.
      Estamos probando con el notebook y va bien, pero todavía necesita ayuda para redactar, por eso recurro a ejercicios de completar.

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