Este juego está inspirado en los botes ordena letras.
Le presenté a B el material que aparece en la foto para repasar el orden alfabético.
En cada tapa hay seis o siete letras del abecedario no consecutivas y se trataba de ordenarlas lo más rápido posible. Medimos el tiempo con un cronómetro y fuimos anotando los resultados en la pizarra.
El hecho de usar un cronómetro no es porque yo quiera que haga la actividad muy rápido, sino que a él le gusta y es un elemento más de motivación. Simplemente así le damos el toque de juego que necesitamos.
Si a algún niño le va a suponer presión o nervios, entonces mejor no usar cronómetro.
Ordenar letras alfabéticamente no es tan sencillo cuando las letras no van seguidas, así interiorizamos más lo aprendido.
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