El juego de las pulgas y las trampas se puede encontrar en algunos libros y blogs.
Nos permite trabajar los conceptos de múltiplos, múltiplos comunes, divisores y divisores comunes.
Yo he hecho una adaptación utilizando material que ya tenía en casa.
Hemos usado:
- Varios peones o fichas
- La tabla del cien dentro de una funda transparente (para poder borrar)
- Un rotulador borrable para marcar las trampas
Un jugador es el trampero y el otro mueve los peones (por turnos vamos cambiando).
El trampero marca con el rotulador dos números en el tablero del cien.
El otro jugador usa dos peones que van a "saltar" a lo largo del tablero (primero uno hasta llegar al final y luego el otro) y tiene que decidir cuánto vale el salto de cada uno (por ejemplo, una ficha puede ir saltando de 4 en 4, o sea, 4, 8, 12, 16....).
Se pueden elegir saltos con valor entre 1 y 10.
El objetivo del trampero es que los peones caigan en sus números-trampa.
El objetivo del otro jugador es que sus peones lleguen hasta el final sin caer en ninguna trampa.
Si una ficha cae en una trampa, el trampero se queda con ella.
Si una ficha se salva, el otro jugador se queda con ella.
Gana el jugador que más fichas o peones consiga.
Se pueden modificar diferentes variables en cada partida y, según esto, la estrategia a seguir por cada jugador va a ser distinta. También depende de si eres el trampero o el que mueve los peones.
Modificaciones que hicimos nosotros:
- Primero el trampero pone sus trampas y luego el otro jugador elige el valor de los saltos
- Primero se eligen los valores de los saltos y en base a esto el trampero pone después las trampas
- Se aumenta la cantidad de trampas
- Se aumenta el número de peones que van a jugar en cada partida
- Las trampas se convierten en salvavidas y sólo se salvan los peones que caigan en ellas
Es un juego muy simple, pero que da mucho de sí y nos obliga a pensar estrategias que nos hacen manejar los conceptos que comenté al principio de la entrada.
Pasamos un buen rato, seguro que repetiremos.