Las educajas no son una pedagogía ni un tipo de material educativo, es un sistema para organizar y presentar las actividades que los niños van a hacer cada día.
Hay mucha información disponible en internet para profundizar, buscando por educajas o workboxes.
Yo he puesto en marcha dos veces este sistema y la primera vez estuvimos poco tiempo con él porque algunas cosas no me terminaban de cuadrar. Podría haber hecho mis propias adaptaciones, pero lo cierto es que acabé dejándolo y recurrí al sistema de agenda de tareas.
Desde principios de este año volví a retomarlas con el propósito de que le permitieran a mi hijo trabajar de una manera más autónoma.
Lo más frecuente es que las familias usen algún tipo de mueble con cajones, pero yo recurrí esta vez a las bandejas portadocumentos que suelen usarse sobre los escritorios. Estas bandejas son económicas (las compré de segunda mano muy baratas), lo que viene muy bien para probar si nos funciona el sistema, ocupan poco y me permiten apilarlas a mi conveniencia según el volumen del material que contienen.
Como punto negativo está la dificultad a veces para meter las manos dentro y sacar cierto material, en este sentido son más cómodos los cajones. Me estoy planteando comprar ya algún mueble de cajones (aunque mi hijo me dice que prefiere las bandejas) o la posibilidad de extenderlas más poniendo la mayoría de ellas de una en una.
Usamos siete bandejas más la lectura diaria que no tiene caja asignada.
Más adelante puedo escribir otra entrada contando cómo organizo semanalmente las educajas.
Al principio comencé a desanimarme de nuevo porque no veía que el sistema ayudase a la autonomía de mi hijo.
Yo tenía que decirle paso a paso que cogiese tal bandeja, que dejase el material cuando había terminado, que anotase en la tira de control la tarea realizada, que fuese a por la bandeja siguiente...
Además, no me convencían las notitas explicativas sobre lo que tenía que hacer cuando yo estaba casi todo el tiempo a su lado y se lo podía decir directamente sin tener que escribírselo.
Vamos, que no encontraba ninguna ventaja y además me daba más trabajo el tener que rellenar cada día sus siete bandejas (aunque realmente no es para tanto...).
Pero siempre que le proponía dejarlo y volver a la agenda como antes, él se negaba y me decía que quería seguir así, trabajando con las educajas.
Poco a poco he ido viendo los progresos y a día de hoy puedo decir que el sistema de educajas le está ayudando a depender menos de mí, le proporciona un orden y le ayuda a organizarse. Incluso hay tardes (yo suelo rellenar las bandejas por las tardes con las actividades del día siguiente) que le da por hacer una actividad y así tener menos cosas para el día siguiente.
También a mí me ayuda en la organización y una vez que tengo mis planes hechos (lo mismo que si siguiera cualquier otro sistema) sólo me queda ir poniendo las cosas dentro de cada caja.
Lo definitivo es que él dice muy seguro que quiere seguir con ellas y que le gusta más trabajar así.
Procuro que al menos una bandeja diaria (mejor si son más) contenga algún tipo de juego e intento también incluir algún elemento que haga las actividades más entretenidas. Diversión y sorpresa combinan muy bien.
Aunque también hay tareas con fichas y libros de texto. Un poco de todo.
Una cosa que he ido cambiando es qué hacer con las tareas terminadas.
En la mayoría de las familias he visto que los cajones van numerados con tarjetas de velcro que se despegan y se pegan en otro lado cuando la actividad ya está hecha. De esa forma los niños ven muy claro cuánto trabajo llevan hecho y lo que les queda. Con las bandejas esto no se puede hacer porque el espacio (el borde delantero) es muy pequeño y habría que usar números minúsculos.
Lo que hacía al principio es que el material terminado lo iba dejando en otro sitio y así era fácil ver cómo avanzaban las tareas según las bandejas que ya estaban vacías. Pero al final era un poco desorden y lo cambié.
Entonces hice una tira de papel plastificado dividida en cuadros y la colgué en un panel de corcho y así B sólo tenía que marcar con rotulador de pizarra blanca cada bandeja que terminaba. Al final del día se borra todo (todavía seguimos con ella) y queda lista para el día siguiente.
No tengo muy claro si seguiremos así o volveremos al sistema de poner una caja más separada de las otras para ir dejando las cosas hechas.
Sobre el tema de las notas escritas explicando lo que tiene que hacer, también lo he simplificado mucho.
Si son páginas completas de ejercicios coloco una pegatina en forma de marcador y él ya sabe que es la página entera. Si sólo es una parte, pues un post-it donde ponga por ejemplo "pg. 18, ej. 6 y 7". Si es una explicación más larga, pues se lo digo yo directamente.
También hay muchas cosas que hacemos juntos y simplemente las vamos hablando.
Se trata de facilitarnos la vida haciendo las adaptaciones y cambios que necesitemos. De hecho, si miráis los blogs de otras familias que usan las educajas, veréis que cada una lo hace a su manera.