He escrito muchas veces que considero que para poder multiplicar no es necesario saberse las tablas, sigo pensando lo mismo. Pero también he dicho en ocasiones que memorizar las tablas nos ayuda en la vida real a resolver multiplicaciones de una forma más práctica y más rápida.
En cada familia se enfocará de una forma diferente.
Si tus hijos van al colegio tendrán que memorizar las tablas, no hay otra.
Si tus hijos aprenden en casa de forma libre, vosotros decidís cómo hacerlo: memorización, calculadora o material manipulativo.
El material manipulativo va muy bien para ejercicios teóricos en los que no hay límite de tiempo, pero para resolver situaciones reales un poco complicadas de forma rápida no lo veo muy práctico. Sin embargo, este material manipulativo es necesario en las etapas iniciales para comprender en qué consiste multiplicar.
Si, como nosotros, los niños aprenden en casa siguiendo un programa educativo, se encontrarán con que se les pide saberse las tablas pero hay margen en casa para decidir cuándo y cómo.
En entradas anteriores he compartido cómo he presentado cada tabla a mi hijo y cómo ha trabajado con ellas.
Considero imprescindibles tres cosas: que los niños entiendan que multiplicar es sumar X veces el mismo número, como consecuencia de esto, que sepan cuándo un problema planteado se resuelve multiplicando y que recuerden la propiedad conmutativa (mi hijo no conoce estas palabras, pero sabe que 4x2 es lo mismo que 2x4).
¿Cómo va ahora mismo con las tablas de multiplicar?
Me planteé que muy poco a poco fuera memorizando porque este año no hay exámenes presenciales y él puede resolver sus ejercicios con el método que quiera, pero el próximo curso sí los habrá y no podrá usar calculadora ni ábaco ni regletas. Tenemos bastantes meses por delante.
Pero memorizar las tablas resulta una tarea tediosa para él y que no le gusta nada (normal). Como no quiero llevar a mi casa los métodos escolares que no son buenos para él, he desistido. A cambio, tenemos un método de trabajo.
Las tablas del 0, del 1 y del 10 son muy fáciles. Ya están superadas (también otras como la del 11, el 100 o el 1000).
El año pasado, en el colegio, aprendió los dobles.
Ahora sabe que la tabla del 2 es lo mismo que los dobles y que el doble consiste en sumar dos veces el mismo número.
Puede contestar rápidamente los cálculos por 2 y si no lo recuerda, sabe que tiene que sumar el número dos veces.
Cada vez que ve un 2 en una multiplicación, ya sabe lo que tiene que hacer.
Las tablas del 3 y del 4 las resuleve contando mentalmente de 3 en 3 o de 4 en 4.
Si recita las tablas en orden lo puede hacer con bastante rapidez y si le pides una multiplicación en concreto comienza a contar con la cabeza (como él dice) y suele responder sin problemas.
La tabla del 5 la recita en orden con mucha facilidad (contar de 5 en 5 es muy fácil para él).
Cuando tiene que resolver una multiplicación concreta, tiene un truquito para no tener que empezar a recitar desde el 5x1:
Para saber cuánto es 7x5 pone 7 dedos y los usa para contar (5-10-15-20-25-30-35).
Cada vez que ve un 5 en una multiplicación, ya sabe lo que tiene que hacer.
Con las tablas más altas la cosa se va complicando.
Mi hijo es capaz de recitar cualquier tabla con cálculo mental si le dejas empezar desde el 1 y, para las tablas más altas, necesita recordar cuál fue el último número que dijo. Si se distrae ya no sabe seguir y tiene que empezar de nuevo.
Por eso son muy importantes estos truquitos como alternativa a memorizar.
La tabla del 6 no le resulta tan difícil contando de cabeza.
Va dando dos saltos de 3, es decir, él no cuenta 13-14-15-16-17-18 (así es muy fácil terminar equivocándose), sino que cuenta 13-14-15 y a continuación 16-17-18.
Esto ha salido así de él, supongo que porque ha entendido que 6 es el doble de 3.
Para la tabla del 9 también hay truco: cogemos el número que no es el 9, le añadimos un 0 y le restamos ese mismo número.
Aunque parezca lioso así explicado, lo ha cogido muy bien.
Para resolver 9x7, coge el 7 y le añade un 0, ya tiene el 70. Y después le resta 7 y ya tiene el 63.
Nos queda idear trucos para las tablas del 7 y el 8.
También tengo que decir que las opraciones que repite muchas veces termina memorizándolas sin pretenderlo.
¿Cómo lo hacen vuestros hijos?