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13 de febrero de 2018

Organizando los idiomas después de las vacaciones


Después de unos días de descanso, hemos retomado las actividades con algunos cambios para inglés y francés.

Definitivamente hemos descartado las academias porque la que tenemos a nuestro alcance está enfocada a reforzar la asignatura de inglés del colegio y no es eso lo que estamos buscando.
Nos quedamos con la posibilidad de las clases particulares de inglés con el profesor que ha acompañado a B en los últimos años con muy buenos resultados. Ahora estamos en países diferentes, pero recurriremos a él cada vez que alguno de nuestros viajes nos lo permita.

Mientras tanto, en el día a día, he optado por comprar libros de idiomas. Lo veo más práctico, útil y cómodo que estar buscando cada semana material para imprimir.
Lo que hago es enfocarlo de una manera que no sea demasiado académica, combinando con juegos, vídeos, etc. que lo hagan más ameno.
Los libros elegidos son los que se ven en la foto de arriba.

Cada idioma tiene dos libros.
Los libros de inglés tienen un código de acceso a una página web con vídeos y actividades y esto nos permite la autocorrección al poder comprobar si las actividades en papel se han realizado correctamente.
Los libros de francés vienen con un cd de audios que le permiten a B trabajar por su cuenta.
Para esta parte de francés tenemos la página de la editorial (aquí) donde se pueden descargar muestras de los diferentes niveles, por si a alguien le interesa.

Para completar inglés, tenemos otro libro que yo he desmontado y modificado un poco. Era un libro con diferentes escenarios y frases relacionadas con cada uno, para aprender vocabulario, pero sin  ninguna actividad concreta.
He preparado tarjetas con todas las frases y la idea es ir sacando por separado la página de cada escena y jugar a buscar y colocar cada frase en su sitio del dibujo.
Cuento esto para que tengáis en cuenta que se puede modificar cualquier libro que tengamos para darle un nuevo uso y aprovecharlo mejor.




Los idiomas, entonces, quedan así:
Cada mañana, lo primero que hacemos es mirar y leer las tarjetas de verbos en inglés de la semana. No hay que memorizar a propósito ni hacer nada más. Cada semana coloco en el tablón de corcho cinco tarjetas que van rotando.


Todos los días hay un rato de pantalla en los dos idiomas (tele o vídeos en el ordenador).
Y varios días a la semana B hace alguna página del libro que le toque.

Para árabe no hacemos actividades tan concretas porque está integrado de una manera más natural en nuestro día a día.


Seguimos con los dictados en inglés una vez a la semana.




4 comentarios:

  1. ¡Qué bien Maribel! Lo tienes muy bien organizado.
    ¿No has pensado que el profe de inglés de B? pueda hacer alguna clase por Skype, he visto en otros sitios que algunos niños dan clases así con un profesor.
    Esa baraja de verbos yo la tengo también. Es muy buena idea poner tres cada vez y que lo vaya memorizando. Si no lo hacen poco a poco cuando llegan a la ESO de repente tienen que aprender una lista larguísima y es una tortura.
    Nosotros hemos retomado los vídeos que recomiendas de Little Fox, aunque los míos aún tienen el nivel 1. La verdad es que últimamente soy tan inconstante con las cosas... ya sabes que tengo la cabeza en otra parte y no consigo centrarme.
    Por eso me gusta ver tu trabajo tan bien organizado y regular, es un gusto.
    Un beso grande.

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    1. Hola Mayte.

      Creo que los idiomas es lo que necesito tener más organizado porque es donde me falta material del tipo que a mí me gusta. Me resulta más fácil para otras materias. Por eso tengo tanto empeño en mantener una constancia y me esfuerzo en darle todos los recursos que puedo.
      Además, como ya he comentado otras veces, veo una habilidad en mi hijo para los idiomas y es por eso que me centro tanto en facilitar ese aprendizaje todo lo que esté en mi mano. Es como cuando vemos una capacidad especial en uno de nuestros hijos sobre algún tema, o un interés muy grande, y procuramos darle todo lo que podamos para que pueda desarrollarlo y avanzar.
      El profesor de inglés es muy "tradicional" en su forma de plantear las clases. Pensé lo de skype, pero de momento no es posible.
      Las tarjetas de los verbos, así puestas (pongo cinco, aunque en la foto sólo se ven tres) están dando un resultado genial porque están a la vista durante siete días y van quedando retenidas como si fueran fotos mentales.

      Hay momentos, Mayte, en que no se puede seguir el ritmo porque la cabeza está en otras cosas.
      A mí también me gusta mucho tu organización y la forma en que aportas aprendizaje en casa de una forma diferente al colegio. Siempre tienes propuestas creativas y muy respetuosas con la forma de ser de cada uno de tus hijos.
      Ya verás como volverás a vuestro ritmo de antes. Yo, por mi parte, soy una "obsesa" del orden, jeje, me ayuda a centrarme, aunque siempre con flexibilidad.
      Un beso.

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  2. Hmmm yo no tengo mucha experiencia pero por lo que he podido ir leyendo en otros blogs y si tu hijo tiene facilidad para los idiomas que, además, tu también manejas, tal vez os gustaría probar a hablar una hora diaria en cada idioma o ir alternando un día cada uno si os resulta muy cansado. Si realizas conversaciones cotidianas con él podrá practicar y ampliar el vocabulario y algo de pronunciación (aunque no seamos nativas, jejejje) y será menos trabajoso para ti y menos académico para él. Bueno, es otra idea. :)

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    1. Sí, agradezco todas las ideas.
      Aunque yo hablo español con él, de vez en cuando hay ciertas frases que me salen automáticas en árabe o en francés, jeje.
      En francés hablamos a veces, pero no como una actividad orgnizada.
      Mi temor es por el tema de la pronunciación. Mi hijo imita los sonidos de una manera asombrosa y sus pronunciaciones en cada idioma son bastante buenas, imitando incluso el acento. Por eso no quiero que aprenda escuchándome a mí, porque si yo pronuncio algo de una manera que no es la mejor, él va a tender a reproducir lo que yo diga, de la misma forma. Y ya que él puede pronunciar mejor que yo, prefiero que escuche a nativos o a personas con una pronunciación impecable.

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