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25 de enero de 2018

Quiero que estés conmigo


En los últimos días hubo un asunto que estuvo dando vueltas dentro de mi cabeza: ¿uno de mis objetivos es que mi hijo sea capaz de hacer sus actividades solo?

Hacemos muchos tipos de actividades juntos. Y digo juntos porque realmente es un proceso en equipo.
Casi siempre hablo en plural cuando digo hacemos, vemos, estudiamos, miramos, leemos, aprendemos...
Este acto de pluralizar es por dos motivos. Realmente yo estoy aprendiendo junto a mi hijo.
Desde que empezamos con esta aventura del aprendizaje en familia yo he tenido que poner sobre la mesa cosas que ya sabía, pero reinventándolas en la forma de presentarlas a mi hijo para hacer el aprendizaje más atractivo y motivador, me he puesto al día en cosas que una vez estudié y olvidé, he tenido que aprender cosas nuevas para poder acompañarle en su proceso; he leído libros y blogs, he mirado vídeos, he hecho cursos y me he vuelto una experta en buscar la información que él va necesitando. Sin duda todo esto me ha enriquecido, si no fuera por ello no habría aprendido muchas de las cosas de los últimos años.

Pero cuando hablo de "nosotros" me refiero también a algo más. A ese acompañamiento que es una parte más de la crianza y la maternidad. Porque la crianza no se acaba a los 6 años, para mí no.
Es el caminar juntos. Son los momentos compartidos y estar presente ante sus logros.

Decía que hay muchos tipos de actividades en nuestra casa y cuando a él le ha tocado completar una tarea de algo ya adquirido yo he querido aprovechar para "escapar".
No estaba presente del todo. Estaba mi cuerpo, pero mi mente pensaba en todas las cosas que tenía que hacer por la casa y a ver si me podía marchar unos minutos para hacer esto o aquello.
Cuando volvía me encontraba con que B casi no había avanzado y eso me enfadaba.
No entendía por qué tenía que quedarme pegada a él, por qué no podía avanzar en cosas que ya sabe hacer si yo no estaba al lado.
¿Y si estaba creando un niño dependiente? ¿Que pasaría si algún día yo no estaba? ¿Y si yo, sin querer, le estaba perjudicando en su autonomía?

Se lo pregunté un día, a modo de reproche, ¿es que no puedes hacer esta actividad, que ya sabes hacerla, si yo no estoy al lado?
Y su respuesta fue muy clara: Es que quiero que estés conmigo.

Esta frase tan simple me hizo comprender.
Yo estaba fallando como parte del equipo. Estaba pensando en otras cosas en un tiempo que debería ser en exclusiva para seguir aprendiendo juntos, para acompañar, para mirarle mientras él hace algo si eso es lo que necesita.

Ayer estuve leyendo un post titulado No enseñes en casa si quieres que los niños trabajen solos y le dio forma a muchas de las cosas que yo llevaba días modelando en mi cabeza.
Mi hijo me ha dado a entender que necesita que yo le mire, sentirme al lado, no quedarse solo, tenerme disponible para preguntarme, para darle seguridad, para mostrame lo que hace.
Y ni mucho menos eso le convierte en un niño dependiente, aunque llegué a planteármelo, porque hay momentos del día en que se va a su habitación, solo, diciéndome que va a trabajar. Y entonces, sin necesidad de mí, se mete de lleno en sus proyectos y es capaz de hacer cosas que me dejan asombrada.


2 comentarios:

  1. Como me suena esto! Y en el fondo tienen razón. ¿Qué gracia tiene hacerlo en casa para hacerlo solo? Yo aún ahora con el "pequeño" de casi 17 años, nos sentamos juntos a ver los videos para aprender idiomas y repasamos muchas cosas juntos. También hace cosas solo, claro, pero no todo. A parte de pasarmelo bien con él haciendo cosas, refrezco mucha materia jejejeje y siempre me ha encantado saber qué cosas estaban aprendiendo y haciendo. Yo creo que para ellos es importante sentirse acompañados, y realmente razón tienen.....

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    1. Esto es un continuo replantearse las cosas.
      La suerte es que puedes probar y cambiar si no va bien tantas veces como haga falta.
      Y lo bueno de todo es que si te apartas del camino ellos te lo hacen ver.
      Yo también refresco muchas cosas y algunas incluso las estoy comprendiendo mejor ahora, sobretodo matemáticas, jeje.
      Sí, hay niños que necesitan la compañía. Tampoco es tanto lo que piden, seguro que hay muchas tareas que se pueden hacer después. Así me pasa, que luego los días de descanso son mis días de trabajo en la casa...

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