Páginas

4 de septiembre de 2016

La mejor compra del año pasado


El verano pasado le compré un cuaderno como el de la foto, de hojas en blanco. Se lo entregué sin instrucciones, sin normas de uso y sin actividades programadas para hacer en él.
Simplemente "Tómalo y haz lo que quieras."

Ese niño al que no le gusta nada que le manden dibujar algo, que detesta los ejercicios de matemáticas o lengua que se resuelven coloreando, tuvo una explosión de creatividad cuando ese cuaderno llegó a sus manos.

Comenzó a llenarlo sin orden, abriendo páginas al azar, después aprovechando huecos vacíos en las páginas, mezclando cosas, combinando temas que le fueron interesando a lo largo del año.
Hay dibujos, esquemas, números, logos, recetas de cocina, palabras, frases... en castellano, en árabe, en inglés y hasta en italiano (esto del italiano lo contaré en otra entrada).

Es un cuaderno muy privado para él, por eso no hay fotos. Excepto su padre y yo, no quiere que nadie lo vea.
A mí me parece un tesoro, me encanta mirarlo y será un bonito recuerdo para guardar por muchos años.



1 de septiembre de 2016

Ibn Battuta, el gran viajero de la Edad Media


Cuando pensaba, hace tiempo, en algún libro de viajes para leer junto a mi hijo, que nos sirviera para aprender geografía e historia y nos entretuviera con sus aventuras... el primer viajero que me vino a la cabeza fue el famoso Marco Polo.
Entonces yo no había oído hablar nunca de Ibn Battuta.
Le descubrí al verle mencionado en el libro Atlas básico de exploraciones y descubrimientos, de la editorial Parramon, y luego leí sobre él en National Geographic.

Ibn Battuta nació en Tánger (Marruecos) y comenzó a viajar en el año 1325. Durante casi 30 años recorrió tres veces más distancia que Marco Polo y sus crónicas están recogidas en su Rihla, el libro sobre sus viajes.
Un libro que espero poder conseguir algún día y aprender más sobre este aventurero tan cercano y a la vez desconocido.
Igual que otros viajeros medievales muy "nuestros" de los que poco se habla, como el granadino Abu Hamid o el valenciano Ibn Yubair.

Nos queda tanto por conocer...