9 de noviembre de 2018

Decepción


Os conté que habíamos decidido apuntar a nuestro hijo a una academia de inglés escuchando varios consejos, además de que pensábamos que sería bueno para él.
Básicamente, nuestra idea era que la conversación en grupo le beneficiaría en el idioma oral y era algo que en casa nos faltaba.

Después de un mes en la academia, por decisión de todos (incluido él mismo) ya no va a volver.

Noté (y era mi mayor miedo) que el sistema de la academia era demasiado "escolar". Quiero decir que el método era poco dinámico y muy basado en ejercicios escritos repetitivos.
Me parece importante reforzar la gramática y saber escribir correctamente, pero creo que no es tan difícil innovar un poco con los métodos y materiales para no caer en la monotonía.

Para todos los niños en general, pero más para los niños como el mío (que aprenden haciendo, que necesitan moverse, tocar y experimentar) esa forma de enseñar es lo peor que les puede pasar.

Muy pronto surgieron las distracciones, los aburrimientos y el empezar a traer deberes para casa porque no le daba tiempo a acabar los ejercicios en clase. Y eso era porque se aburría, perdía la atención, no avanzaba en las tareas... y vuelta a empezar. El mismo círculo vicioso que ya hemos conocido otras veces en el colegio.

Además no estábamos conformes con el grupo al que le habían asignado.
Los grupos no se formaban por nivel, sino por edad. Daba igual si algunos estaban más avanzados en el idioma y otros menos, el criterio es que hubiesen nacido en el mismo año.
Desde el principio dejamos claro que no buscábamos una academia para aprobar la asignatura del colegio (ya que muchos centros están orientados a eso), sino que queríamos que nuestro hijo dominase el inglés.
Después de una prueba de nivel comentaron que podrían ponerle en la clase de "tal profesor" que era la del nivel más alto, ya que vieron que podría encajar bien. Pero después, sin decirnos por qué, le asignaron a otro grupo de un nivel más bajo, supongo que fue porque eran los de su misma edad.
El resultado es que el niño salió perdiendo porque el ritmo de la clase estaba adaptado a la mayoría y se vio obligado a trabajar contenidos que ya tenía dominados.

Otro tipo de cosas, como que en el transcurso de las clases se hablaba demasiado en español, nos llevó a tomar la decisión de dejar la academia. Además de que él nos dijo que no le gustaba ir.

La decepción que menciono en el título vino al ir a darle de baja.
Cuando mi marido dijo que el niño ya no iba a volver, la única reacción fue decir "¡los libros los tienes que pagar!".
En ningún momento preguntaron por qué, si es que al niño le pasa algo, si ha habido algún problema, si tenemos alguna queja o estamos descontentos...
En un centro educativo donde los niños deberían ser lo primero, se supone que les interesaría saber qué pasa para que un alumno o una familia no quieran continuar.
Pero no, nuestros motivos no les importaban para nada. Lo único importante para ellos es que pagásemos unos libros que ni siquiera se habían llegado a usar. Unos libros que sólo se habían sacado del plástico que traían, pero que estaban sin estrenar.

Me parece penoso que en un centro de enseñanza importe tanto el dinero y tan poco los niños.

6 comentarios:

  1. Hola Maribel
    Este tipo de cosas dan mucha lástima. Por desgracia la mayoría de los sitios funcionan así. Por supuesto soy de la opinión de que los profesores o las academias que se pagan tienen que satisfacer al cliente. A veces en el colegio toca un profesor que no es de mi agrado y lo máximo que puedo hacer es ir a exponerle mi punto de vista. Pero los profesores que traigo a casa para el piano, o la profesora de la escuela de Arte a la que va la melliza me tienen que satisfacer cien por cien porque si no me pongo a buscar enseguida otra cosa.
    El otro día vino un profesor nuevo de piano y me contó que él estaba aprendiendo violín y que llevaba ya 4 profesores porque ninguno le satisfacía ¡pues me pareció muy lógico!
    Así que opino que es lo mejor que habéis podido hacer. Vuestro hijo seguirá aprendiendo con otra persona o en otro lugar y no tendréis que perder más sitio en esa academia.
    Un abrazo.

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    1. ¡Eso es, Mayte!
      Nosotros ya tenemos experiencia en cambiar cuando algo no nos gusta y nos parece lo más lógico. Encabezonarse en seguir con algo que no te va bien no tiene sentido.
      Yo entiendo que en una actividad educativa en plan privado se busca ganar dinero y lo entiendo, claro, la gente trabaja por un sueldo o monta una academia para ganar dinero. Me parece bien.
      Pero una cosa no tiene que estar reñida con la otra.
      Tú puedes buscar una ganancia económica y al mismo tiempo preocuparte por tus alumnos. Es más, seguro que si haces lo segundo saldrás ganando en lo primero, porque el boca a boca hace mucho.
      Lo que nos dolió es que no nos preguntasen siquiera nuestros motivos, les daba igual que el niño no volviese y les daba igual el por qué. Su única reacción fue preocuparse por los libros sin pagar.

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  2. Jajajaja, o quizás mejor: snif snif... no sé si es para reir o para llorar..... En la encuesta que hiciste en Instagram yo puse que no era buena idea lo de la academia.... Normalmente ya me los veo venir jajaja. Siempre hay la excepción y en algún lado estará aquella buena academia y este buen profesor, haberlos haylos. Pero son difíciles de encontrar y lo que más se encuentra es lo otro. Respecto al boca a boca y la calidad, tienes razón que en principio deberían de trabajar la calidad y asegurar tener los clientes contentos pero en el mercado de las academias de inglés la demanda es TAN grande que saben que siempre tendrán clientes. Lástima, pero yo creo que la cosa va así. El sistema escolar funciona fatal, esto hace que muchísimos padres buscan alternativas como las academias y piensan que hacen bien, mientras que suele ser más de lo mismo como dices, pero muchos padres no se dan cuenta de esto porque su propio nivel de inglés no es suficiente para darse cuenta del "no progreso" o no saben cómo es realmente una buena didáctica de un idioma. Yo hace años que me niego a dar clases así. No quiero decir que soy la superprofa fantástica pero me niego a hacer ejercicios escritos o gramatica. Cuando alguien se informa para mis clases ya se lo digo, si buscas esto, yo no lo hago. Solo hablar y conversación y ni una palabra en Castellano. Otra cosa es el número de alumnos. Para hacerlo bien 3 o 4 por grupo es el máximo. Y por esto las academias "no funcionan". Para que salga rentable hay que meter demasiados niños en una clase y entonces lo de hablar ya se dificulta mucho. Bueno, un libro podría escribir de ello jajaja. Lo mejor sería que encontrarais algún profesor(a) privado, puede ser incluso cualquier conocido que hable BIEN inglés y os juntarais con algún otro niño o dos y a partir de allí una horita a la semana juegos, cuentos y demás... Otra cosa es a través de Skype, aunque para juegos se dificulta la cosa.....

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    1. Sí, recuerdo que tú votaste no. Pero yo ya lo sabía, jeje, porque he leído tus entradas sobre el aprendizaje de idiomas.
      Estoy de acuerdo contigo en el planteamiento, pero mi nivel de inglés hablado no es muy bueno, me refiero a la pronunciación, y eso me llevó a buscar la academia para poder completar con la conversación. Lo que no me imaginaba es que en las clases se hablaría en español...
      En Marruecos teníamos un profesor particular muy bueno, le echamos de menos, jeje
      El problema es que vivimos en un sitio pequeño y no hay muchas alternativas. Así es que hemos vuelto con el inglés a casa y pendiente de que surja una nueva oportunidad de algo interesante.

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  3. Assalamu aleikum Maribel, me encanta la propuesta de las regletas, me parece muy interesante y divertido lo de las carreras con los equivalentes de los distintos números, me lo apunto para más adelante. Sobre lo de las academias... Yo creo que aparte del tema de buscar rendimiento económico y de que hay tanta demanda que si tu hijo no va, otro ocupará su lugar, está el tema de que, realmente, no son muchos los padres que tienen la preocupación que tu tienes, no solo por falta de conocimientos del idioma sino por falta de interés o preocupación pedagógica. Al fin y al cabo, todos estudiamos con ese sistema y salimos adelante así que me temo que no son muchos los padres dispuestos a hacer lo que tú has hecho y más en un lugar pequeño en el que, tal vez, no haya más alternativas. Pero lo de hablar en español... yo creo que salvo que la academia sea de nativos y tengan por norma usar el español lo mínimo imprescindible, en todas se usa el español más de lo que creemos.
    Cuando yo tenía diez años, empecé a ir a una academia que había al lado de mi casa, eran tres hermanos españoles y, la verdad, es que pensándolo ahora eran unos pioneros. En aquella época no empezábamos inglés en el cole hasta sexto de primaria y yo iba en un grupo en el que éramos seis de entre nueve y doce años. Hacíamos bastantes juegos, audios y conversación, pero eso no era lo habitual entonces y, por lo que veo, tampoco ahora...

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    1. Ua aleikum assalam.
      Yo creo que la mayoría se lo plantea como un apoyo a la asignatura del colegio. Nosotros no buscamos eso y creo que ha sido el motivo de no encajar.
      Cuando yo iba a las clases de francés para adultos, sólo se podía hablar en francés. Al principio lo pasabas mal porque necesitabas decir algo y no sabías, pero precisamnete por eso nos esforzábamos o consultábamos el diccionario si era necesario. Si sabes que tienes la facilidad de preguntar en español y que te respondan igual. pues es posible que no te esfuerces y vayas a lo fácil.
      El problema es que vimos que el nivel de nuestro hijo era superior al resto de la clase, incluso los otros niños nos lo decían, y eso hacía que no avanzase.
      La academia era tres días por semana y uno de ellos parece que sí hacían algunos juegos, pero los otros dos eran en plan colegio. Y si encima se hablaba mitad inglés, mitad español...

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